El presidente de Francia, François Hollande, anunció que para apoyar los bombardeos contra el Estado Islámico (EI) en Siria e Irak enviará al portaaviones "Charles de Gaulle, que ya estuvo en la zona realizando esa misión durante cuatro meses hasta comienzos de año.
"Se ha decidido el despliegue del grupo aeronaval asociado al portaaviones Charles de Gaulle para participar en las operaciones contra el EI y sus grupos afiliados", informó la presidencia francesa en un comunicado al término de un Consejo de Defensa para abordar la situación de Siria e Irak.
En esa reunión también se analizaron "las consecuencias de la destrucción del vuelo ruso el (pasado) 31 de octubre en el desierto del Sinaí", agregó el Palacio del Elíseo.
"Se han tomado todas las medidas de seguridad a título preventivo para garantizar la seguridad de los franceses. Actualmente no hay ningún vuelo directo entre Sharm el-Sheij (Egipto) y Francia", añadió la presidencia francesa, después de que el Consejo de Defensa examinara "la amenaza terrorista dirigida" contra Francia".
El "Charles de Gaulle" participó en las operaciones francesas contra el EI en Irak en aguas del Mediterráneo, de Suez y del Golfo Pérsico entre finales de 2014 y la primavera de 2015, cuando volvió a su base de Tolón, donde se encuentra actualmente, preparándose para salir de nuevo.
Desde el comienzo de esta misión francesa el 19 de septiembre de 2014 (en un primer momento se limitaba a atacar el EI en territorio iraquí), los aviones galos han realizado unas 2.240 salidas, de las cuales alrededor de 270 bombardeos, precisó a Efe una portavoz del Estado Mayor del Ejército.
Hasta la llegada de los refuerzos del portaaviones, los doce cazas franceses que participan (seis Rafale y seis Mirage) utilizan bases militares en Jordania y en los Emiratos Árabes Unidos.
Por otro lado, París subrayó "la importancia de apoyar el proceso de Viena para progresar hacia una transición política, la única solución para solucionar el conflicto sirio", en relación a las conversaciones iniciadas en la capital austríaca con la participación de países como Rusia, Estados Unidos, Arabia Saudí e Irán, para buscar una salida al conflicto.
Hollande recordó que "las líneas directrices de todo acuerdo deben ser la lucha contra el Estado Islámico y el fin de los bombardeos contra las poblaciones civiles". "Bachar el Asad no puede de ninguna manera estar en el futuro de Siria", agregó la presidencia gala en relación a su rechazo a una solución que contemple la continuidad del presidente sirio.