Estados Unidos aseguró que decenas de países se han comprometido a acoger este año a más de 360.000 refugiados en total, casi el doble que en 2015, y a proporcionar más oportunidades laborales y sociales a las personas desplazadas para paliar esa grave crisis humanitaria.
"Colectivamente, nuestras naciones están casi duplicando el número de refugiados que admitiremos en nuestros países, hasta más de 360.000 este año", dijo Obama en la Cumbre de Líderes sobre Refugiados, celebrada en la sede de Naciones Unidas.
En su conjunto, los participantes en la cumbre han dedicado 4.500 millones de dólares más este año que el pasado para luchar contra la crisis global de refugiados y han facilitado empleo a un millón más de desplazados que en 2015, según la Casa Blanca.
En ese recuento de compromisos entra cualquier anuncio hecho por los países participantes "en cualquier momento" desde que comenzó este año, según una fuente del Departamento de Estado de EEUU, por lo que no todos los países acudieron a la cita con una aportación nueva. La Casa Blanca tampoco divulgó una lista completa de participantes, ni aclaró qué países asumirán la mayor parte de la carga de los 360.000 refugiados aceptados o reasentados este año.
Obama aseguró, sin embargo, que las aportaciones reunidas en la cumbre ayudarán a "salvar vidas", y reiteró el anuncio hecho la semana pasada por su Gobierno de que acogerá a 110.000 refugiados en el año fiscal 2017, "un aumento de casi el 60 % respecto a 2015".
La cumbre estuvo copresidida por México, Jordania, Suecia, Alemania, Canadá, Etiopía y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, quien recordó que el 90 % de los refugiados se encuentran en Estados de ingresos bajos y medios.
SOLIDARIDAD DE ESPAÑA
En ella, el Rey de España, Felipe VI, prometió que su país "seguirá dando prueba de solidaridad y generosidad" los próximos años, pero todos los "remedios paliativos" son "insuficientes" si no se pone fin a los conflictos y actos terroristas que provocan los desplazamientos.
En la cumbre también participaron varios de los países más afectados por el flujo de refugiados, encabezados por Turquía, que da cobijo a unos 2,5 millones de sirios y que, según su Gobierno, ha gastado más de 25.000 millones de dólares en la crisis y solo ha recibido 525 millones de la comunidad internacional.