Barack Obama pasa por su momento más delicado desde que llegara a la Casa Blanca. Ahora se ha sabido que la CIA borró las referencias a la autoría de al Qaeda en el asalto a la embajada de Libia que costó la vida al embajador en 2012, antes de las elecciones presidenciales en las que Obama fue reelegido. Los correos hechos públicos revelan los esfuerzos para ocultar la autoría islamista del atentado.
La Casa Blanca divulgó hoy unas 100 páginas de correos electrónicos internos y notas sobre el ataque contra el consulado estadounidense en Bengasi (Libia) del 11 de septiembre de 2012, tras las acusaciones republicanas de que el Gobierno de Barack Obama ocultó información al respecto por razones electorales.
Los correos y las notas detallan los intercambios entre altos funcionarios del Gobierno sobre la versión oficial que se dio sobre ese ataque, en el que murieron el embajador estadounidense en Libia, Chris Stevens, y otros tres ciudadanos.
En ellos se apunta a que fue la CIA, y no el Departamento de Estado como parecía en unos primeros correos divulgados la semana pasada, la que borró las referencias iniciales relacionadas con el terrorismo de las primeras declaraciones públicas al respecto.
El subdirector de la CIA, Michael J. Morell, borró una alusión en el borrador para esas declaraciones a las alertas de la agencia de inteligencia sobre las amenazas extremistas en Libia.
Según funcionarios citados por el diario New York Times, Morell actuó por su cuenta y no en respuesta a presiones del Departamento de Estado, que temía que una referencia al terrorismo dañara su imagen.
El entonces director de la CIA, David Petraeus, rechazó en un principio el borrador que le proporcionó su "número dos", por considerar que estaba demasiado editado para eliminar demasiadas cosas, y que no satisfaría al legislador demócrata que lo había solicitado, Dutch Ruppersberger.
"Francamente, yo no usaría esto por ahora", escribe Petraeus en un correo fechado el 15 de septiembre.
"PROTESTAS ESPONTANEAS"
Los primeros correos en divulgarse, la semana pasada, apuntaban a que fue el Departamento de Estado el que ordenó eliminar las referencias a un grupo vinculado a Al Qaeda y a amenazas terroristas previas de un documento elaborado por la CIA con los puntos relevantes sobre el ataque.
Ese documento fue el que usó la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, en varios programas de televisión en los que atribuyó el ataque a protestas espontáneas por un vídeo antimusulmán.
La divulgación de todos los correos y notas muestra que tanto la CIA como el FBI, la Casa Blanca y el Departamento de Estado participaron en la redacción de ese documento, que se ha convertido en el centro de las críticas republicanas a la actuación del Gobierno.
El presidente de la Cámara de Representantes del Congreso, el republicano John Boehner, pidió la semana pasada a Obama que publicara los correos electrónicos relacionados con el ataque en Bengasi.
Hoy, un portavoz de Boehner, Brendan Buck, celebró la divulgación de los correos y aseguró que confirman lo que creían muchos republicanos: que fueron intereses políticos, y no la comunidad de inteligencia, los que motivaron los agresivos cambios al borrador.
"La naturaleza aparentemente política de las preocupaciones del Departamento de Estado plantea preguntas sobre las motivaciones que esconden estos cambios y quién del Departamento de Estado los buscaba", dijo Buck a periodistas.
Algunos republicanos creen que el Gobierno de Obama mintió deliberadamente sobre quiénes estaban detrás del ataque al consulado por motivos políticos, ya que se produjo menos de dos meses antes de las elecciones presidenciales del 6 de noviembre.
La Casa Blanca ha negado desde el principio las acusaciones y, según Obama, la versión oficial que inicialmente atribuyó el atentado a protestas espontáneas reflejaba la información que él recibió durante sus reuniones diarias con la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Tres testigos del asalto al consulado cuestionaron la semana pasada en una audiencia ante el Congreso la actuación del Gobierno de Obama una vez que fue informado del ataque.
Por su parte, el pasado lunes Obama condenó lo que considera un "circo político" y un intento de "distracción" de los republicanos sobre sus intenciones de esclarecer el ataque en Bengasi.
"Lo que pasó fue trágico. Lo llevaron a cabo extremistas dentro de Libia y estamos intentando cazar a los autores, estamos intentando asegurar que corregimos el sistema para que no vuelva a ocurrir", subrayó el presidente en una conferencia de prensa tras reunirse con el primer ministro británico, David Cameron.