Un comando terrorista ha llevado a cabo un ataque suicida contra un edificio ocupado por una ONG estadounidense de ayuda al desarrollo, en la ciudad Kandahar, Afganistán. Al menos siete personas han muerto; tres civiles, un policía y tres insurgentes y otras dos -un civil y un policía- han resultado heridas.
Kandahar, la principal ciudad del sur afgano, es considerado el bastión espiritual del movimiento talibán, que tiene su principal cantera entre la etnia pastún, presente sobre todo en el sur y el este del país.
El ataque lo llevó a cabo un terrorista suicida que hizo estallar un camión cargado de explosivos ante la sede de la organización International Relief and Development (IRD), mientras otros dos insurgentes se atrincheraban en un inmueble cercano, desde el que se enfrentaron a la policía hasta ser abatidos.
Los talibanes suelen recurrir a ataques suicidas o de estilo fedayín en su lucha contra las tropas internacionales desplegadas en el país y con la aspiración de implantar un régimen fundamentalista islámico como el existente entre 1996 y 2001.
El portavoz de la misión de la ONU en Afganistán, Dan McNorton, aseguró que el ataque tuvo lugar cerca de la sede de la Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), pero precisó que no se produjeron bajas entre sus trabajadores.