El accidente se ha producido esta madrugada en una fábrica dedicada a la producción de plásticos en la ciudad australiana de Camberra. Un incendio que ha provocado una serie de explosiones con enormes llamaradas que han iluminado el cielo australiano. La población ha vivido momentos de pánico, ya que el ruido ensordecedor ha sido confundido por muchos vecinos, con un bombardeo. En un primer momento el incendio era tan potente que ni los bomberos podían acercarse debido a la peligrosidad del humo, una espesa capa negra que se ha extendido en un radio de 10 km.
Según las autoridades australianas el incendio ha liberado gas fosgeno, un producto químico altamente tóxico procedente de la quema de plásticos y pesticidas. 150 personas han sido evacuadas y se ha pedido a la población cercana que no salga de sus casas.
Los bomberos continuan a esta hora controlando el incendio, mientras se realizan mediciones atmosféricas para detectar los niveles de sustancias químicias presentes en el aire.
Aún se desconocen las causas de este accidente que de momento no ha causado víctimas.