Con las negociaciones paralizadas entre Grecia y los acreedores, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, aseguró que su Gobierno sigue dispuesto a alcanzar un acuerdo con los socios, a quienes instó a decidir si quieren someter al país o mantener una Europa unida.
"Ya es hora de que Europa decida sobre el futuro no solo de Grecia sino también de la eurozona y si quiere poner de rodillas a un país o asegurar el futuro de Europa", señaló Tsipras en un discurso ante el grupo parlamentario de Syriza, que se reunió para evaluar la situación tras la interrupción de las conversaciones.
El primer ministro fue especialmente duro con el Fondo Monetario Internacional (FMI) -que forma junto a la Comisión Europea (CE) y el Banco Central Europeo (BCE) una de las instituciones acreedoras- al reprocharle que pese a haber reconocido sus equivocaciones sobre las medidas exigidas, reclame medidas tan duras a Grecia. En los últimos días, Atenas ha atribuido parcialmente la falta de acuerdo a las desavenencias entre las tres instituciones.
FM1 INSISTE EN MÁS RECORTES
El FMI insiste en la necesidad de aplicar recortes drásticos en salarios y pensiones, pero está dispuesto a consensuar una reestructuración de la deuda, mientras la UE, flexible en la cuestión del ahorro, es inflexible respecto a la deuda. "Nos piden adoptar un acuerdo que no solo no resolverá el problema, sino que hundirá la economía en la recesión" y alejará toda inversión estratégica, dijo Tsipras en alusión a las demandas de las tres instituciones.
Aseguró que si se trata de adoptar un modelo que fracasó no solo en Europa sino en el mundo, el Parlamento, y no solo Syriza, negará su aprobación. A juicio del líder izquierdista, la insistencia de las instituciones en pedir recortes en las pensiones de un 1% del producto interior bruto (PIB) "no es un error", sino posiblemente "un plan político", con el objetivo de "poner de rodillas no solo al Gobierno, sino también al pueblo".
Tras la interrupción de las conversaciones el domingo pasado, las posiciones de ambos lados se han endurecido. Mientras los acreedores mantienen que su propuesta es "equilibrada" y tiene "pleno sentido económico", Atenas sostiene que no va a aceptar ningún pacto que no incluya la reestructuración de la deuda ni un paquete de inversiones para el país.
"Probablemente se trate de mostrar firmeza para destruir todo intento de poner fin a la austeridad. Y eso no concierne solo a Grecia, sino a todos los pueblos europeos", destacó Tsipras.
El primer ministro se reunió hoy también con varios líderes políticos a los que les trasladó que lo más importante es lograr un acuerdo que sea sostenible. "La clave es acabar con este círculo vicioso para que no vayamos a cerrar un acuerdo que en seis meses nos coloque en la misma situación", señaló Tsipras al recibir al líder del partido centrista To Potami, Stavros Theodorakis.
Los representantes de la oposición coincidieron en pedirle que logre un acuerdo con los acreedores y evite la salida de Grecia del euro, una cuestión que en los últimos días se ha reavivado por la falta de acuerdo a tan solo dos semanas de que expire la prórroga del segundo rescate.
Fuentes cercanas a los líderes de To Potami y el socialdemócrata Pasok, aseguraron que Tsipras dijo que Grecia no pagará al FMI los 1.600 millones de euros que vencen el próximo día 30 si antes no ha alcanzado un acuerdo beneficioso con los socios.
El Ejecutivo desmintió después categóricamente que no vaya a pagar al FMI si las negociaciones no llegan a buen término a finales de mes, según fuentes gubernamentales citadas por la televisión pública ERT. Ante la imposibilidad de acercar posiciones, las conversaciones pasan ahora a un nivel más alto, la reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona, que se celebrará el próximo jueves en Luxemburgo.
En una entrevista publicada por el diario alemán Bild, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, dijo que el Gobierno no entregará un nuevo plan a los socios, porque este foro "no es el lugar adecuado para presentar propuestas que no han sido discutidas y negociadas a un nivel más bajo antes", en alusión a las negociaciones de los grupos técnicos. "Entramos en la recta final. Ahora empieza la verdadera negociación", afirmó Tsipras.