El Índice de Precios al Consumo (IPC) ha registrado en julio una caída del 0,6 % interanual, lo que supone una moderación de dos décimas respecto a junio debido principalmente a la subida del coste de los alimentos y bebidas no alcohólicas en este mes, frente a la bajada que experimentaron un año antes.
Si el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma este dato el próximo 12 de agosto, el indicador encadenaría doce meses consecutivos de bajadas de precios, aunque sería la menor caída desde el pasado mes de enero (0,3 %).
El IPC no ha registrado tasas positivas desde que en julio de 2015 se situara en el 0,1 % interanual, aunque los analistas consultados por Efe consideran que al finalizar el año superará el 0 %.
La analista de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) María Jesús Fernández, ha afirmado que el IPC ha subido "más de lo esperado" y ve "probable" que en agosto se sitúe en valores cercanos al 0 %, si bien ligeramente en negativo, al tiempo que espera que el precio del petróleo vuelva a subir a finales de este año y contribuya a elevar la tasa general hasta terreno positivo.
A juicio de Fernández, lo más relevante para determinar si esta tendencia continuará es conocer la evolución de la tasa de inflación subyacente -excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos-, ya que acumula varios meses de descenso.
En la misma línea, el coordinador de análisis macroeconómico del Instituto Flores de Lemus, José Domingo Roselló, prevé que a partir de agosto el IPC abandonará el terreno negativo y empezará a subir, estimulado por el aumento del precio del crudo, en tanto que el componente energético muestra un mejor comportamiento desde principios del segundo trimestre.
Así, con un petróleo más caro, Domingo pronostica que en diciembre los precios de consumo subirán hasta el 0,5 % en tasa interanual.
Por su parte, BBVA Research ha apuntado que la energía es el único componente que contribuye negativamente a la inflación y estima que el IPC subyacente se mantendría estable en julio en torno al 0,6 %.
La Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) cree que el IPC se irá estabilizando durante los próximos meses, con ligeras subidas de los precios hasta situarse en una tasa prácticamente plana al finalizar el año. La inflación en España lleva más de tres años en niveles mínimos o en negativo, debido a la bajada de precios del petróleo desde 2014 y a la moderación salarial, aunque según los expertos esto no implica que haya deflación.
El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, declaró a principios de este año que "la inflación negativa es un problema si estamos en una especie de espiral deflacionista, esa no es la situación en España". Para el Gobierno, la inflación baja o negativa por un lado incide en el incumplimiento de los objetivos de déficit y, por otro, tiene la parte positiva de que permite ganar competitividad y aumenta el poder adquisitivo de los españoles por los menores precios.
En el conjunto de la eurozona, la tasa de inflación se situó en junio en el 0,1 %, lo que supone un aumento de dos décimas respecto a mayo, mientras que en el conjunto de la Unión Europea (UE) subió al 0 % en el mismo mes, una décima respecto al mes anterior. De este modo, los precios siguen por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE) para mantener la estabilidad, que a su juicio son tasas por debajo pero cerca del 2 %.