El Eurogrupo da a Grecia hasta el viernes para aceptar una prórroga del rescate

  • Guindos dice que su "línea roja" en negociación con Grecia es que devuelva los préstamos "en su integridad"
  • Varufakis: "en la historia de la UE nada bueno ha surgido de los ultimátums"

El Eurogrupo dio hoy a Grecia hasta el viernes para decidir sobre una nueva prórroga de la parte europea del rescate al país, considerada como la mejor solución interina hasta un nuevo acuerdo por los socios de Atenas y que asegura cierta flexibilidad a cambio de compromisos.

"Hemos dicho que estamos listos para continuar nuestras conversaciones. Ahora depende de las autoridades griegas decidir si quieren una extensión, si quieren aceptar la oferta de flexibilidad existente en el programa, pero también de dar todos los compromisos", solicitados por los socios, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, en rueda de prensa.

El ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varufakis, se mostró hoy dispuesto a buscar con sus socios un acuerdo que suponga una "solución honorable" para todas las partes sobre el rescate al país, pero advirtió de que no acepta un ultimátum.

"En la historia de la Unión Europea nada bueno ha surgido de los ultimátums", aseguró Varufakis al término del Eurogrupo que finalizó tras un corto encuentro sin un acuerdo sobre el futuro de la asistencia financiera al país.

NEGOCIACION SIN ACUERDO

Los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro, el Eurogrupo, finalizó con el desacuerdo entre Grecia y el resto de sus socios sobre el futuro de la ayuda financiera al país, después de que Atenas rechazara una propuesta.

Los otros 18 países que junto a Grecia comparten el euro como moneda única propusieron a Atenas que solicitase una ampliación del actual programa de seis meses hasta lograr un consenso sobre una nueva ayuda financiera.

"Sí, lo hemos rechazado. No somos optimistas sobre que se llegue a un acuerdo esta noche", confirmaron a Efe fuentes del Gobierno heleno liderado por el izquierdista Alexis Tsipras.

El borrador con el que se inició la reunión señala que Grecia ha indicado que pretende finalizar exitosamente el programa, teniendo en cuenta los planes del nuevo Gobierno.

Esta frase aparece tachada en el texto, en el que igualmente consta que "Grecia reitera su "compromiso inequívoco de honrar sus obligaciones financieras con todos sus acreedores".

Según el texto de la propuesta, el Eurogrupo estaba dispuesto a aceptar una petición por parte de Grecia de prolongar su actual rescate y apuntaba en concreto a una "extensión técnica de seis meses del actual programa como paso intermedio para trabajar en una solución posterior".

También indicaba que el Fondo Monetario Internacional (FMI) seguiría "desempeñando su papel" en ese nuevo acuerdo.

En paralelo, como ya hizo el Eurogrupo en diciembre cuando amplió el actual rescate europeo hasta el 28 de febrero, los ministros prorrogarían la disponibilidad de los bonos del FEEF en la reserva del Fondo de Estabilidad Financiera del Estado Helénico (HFSF), utilizado para recapitalizar a la banca helena.

En la propuesta se decía que las autoridades griegas se comprometían a garantizar "un superávit primario fiscal (sin el pago de intereses) y financiación apropiados para garantizar la sostenibilidad de la deuda, acorde a los objetivos acordados en noviembre de 2012.

Ello significa que el Eurogrupo no acepta rebajar el superávit primario como exige Atenas.

Además, el texto señalaba que la eurozona da la bienvenida "al hecho de que, en varias áreas, las prioridades políticas de Grecia pueden contribuir a fortalecer y a aplicar mejor el actual programa de asistencia financiera".

También se proponía tratar de "hacer el mejor uso de la flexibilidad existente en el programa actual", pero al mismo tiempo el Gobierno que lidera Syriza hubiera tenido que dar su "compromiso firme de que se abstendrán de (llevar a cabo) cualquier acción unilateral".

El Gobierno de Tsipras pide a sus socios un acuerdo "puente" que sustituya de manera temporal al actual programa, hasta que logre cerrar con sus acreedores un compromiso permanente de cara al verano.

Atenas quiere que este acuerdo puente se financie a través del aumento de la subasta de Letras del Tesoro en 8.000 millones de euros -actualmente el límite es de 15.000 millones- y con los 1.900 millones que el Gobierno reclama al BCE, procedentes del rendimiento de los bonos griegos.

El Gobierno heleno también reclama sustituir parte de las reformas a las que se comprometió el anterior Ejecutivo por otras medidas como modernizar la administración para hacerla más eficiente o reforzar la lucha contra la evasión y el fraude fiscal.

La deuda griega está estimada en unos 317.000 millones de euros, el 185 % del producto interior bruto (PIB).

INFLEXIBLES CON GRECIA

Alemania y Austria se mostraron hoy inflexibles con Grecia, al considerar que no ha cambiado en absoluto su postura negociadora, mientras que Francia y otros socios, así como la Comisión Europea (CE) abogan ante el Eurogrupo por una extensión del programa de rescate de entre dos y seis meses. El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, dijo hoy que "el Ejecutivo heleno aparentemente no se ha movido ni un ápice" de su postura en los últimos días.

"Eso no es ya una cuestión de negociaciones, sino una de decisiones que tiene que tomar Grecia sobre lo que realmente quiere hacer" y sobre "el camino que quiere andar para recuperar en algún momento la confianza de los mercados", sostuvo Schäuble.

"No tengo que pensar en absoluto en opciones, sino en que a finales de febrero expira el programa (de rescate a Grecia) y que éste debe cumplirse. Si es una cuestión de tiempo y uno quiere cumplirlo, entonces podemos pensar en qué podríamos hacer", subrayó.

Pero "si el Gobierno griego no quiere ni siquiera un programa, entonces tampoco tengo que pensar en opciones", zanjó.

El ministro austríaco de Finanzas, Hans-Jörg Schelling, explicó que para llegar a un acuerdo con Atenas hay que tener en cuenta dos fechas clave, de las que una es la disolución del Parlamento finlandés por las elecciones en abril próximo.

"Si no hay una respuesta hasta entonces tengo entendido que el Parlamento solo puede volver a tomar decisiones en mayo y eso es demasiado tarde", advirtió.

Recordó que el 24 de febrero Grecia debe devolver un tramo del rescate, lo que evidencia la urgencia de llegar a una decisión.

Para Schelling, hay tres condiciones para Grecia por parte de la eurozona, que empiezan por "no poder hablar de un nuevo programa sin que el actual haya finalizado".

"Cuando en la vida privada uno no puede devolver un crédito, uno no va al banco a insultar al director y a dictarle las condiciones", censuró el austríaco.

Por otro lado, sobre la reducción del superávit primario (sin el pago de intereses) comentó: "no es una cuestión de si lo queremos o no, sino si se garantiza aún la sostenibilidad de la deuda".

En tercer lugar, reiteró que "una quita como la que quiere Grecia no es aceptable para los Estados miembros".

Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha mostrado este lunes "optimista" sobre las posibilidades de lograr un acuerdo con Grecia sobre el futuro de rescate y la deuda, pero ha resaltado que la "línea roja" de España es "que los préstamos hay que devolverlos en su integridad".

"Yo espero que haya acuerdo, soy optimista en este tipo de cuestiones", ha dicho Guindos a su llegada a la reunión del Eurogrupo "Venimos con un espíritu abierto, dentro de las reglas", ha agregado.

"El Gobierno español ha sido muy claro: para nosotros hay una línea roja que no se puede pasar y es que los préstamos hay que devolverlos en su integridad. Eso es un tema importantísimo que yo creo que esta aceptado prácticamente por todos", ha subrayado el ministro de Economía. España tiene una exposición a Grecia de 26.000 millones de euros.