El Ministro de Finanzas alemán y jefe del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, renovó este domingo su llamamiento a que se levante la moratoria al uso de la fracturación hidráulica o fracking para la extracción de gas.
"En Alemania tenemos importantes yacimientos de gas que se pueden explotar sin poner en riesgo el agua potable", declaró Lindner a los medios de comunicación del grupo Funke e insistió en que es posible hacer lo conforme a criterios ecológicos.
"No sería responsable renunciar al 'fracking' debido a fijaciones ideológicas", aseguró, en referencia a la oposición de su compañero de gabinete, el Ministro de Economía verde Robert Habeck, al uso de esta técnica.
Lindner instó a comenzar con rapidez a emplear esta técnica de extracción, en la que se usan agua a presión y sustancias químicas para fracturar las zonas rocosas del subsuelo que contienen los hidrocarburos.
"Estoy convencido de que en pocos años podríamos cubrir una parte relativamente grande de la demanda con las reservas de gas domésticas. Es aconsejable hacerlo si se observamos los acontecimientos en el mundo", dijo Lindner, que también es partidario de alargar la vida de los tres reactores nucleares en activo.
Tanto el partido liberal -socio menor de la coalición de socialdemócratas y verdes- como la federación de la industria alemana han renovado en el contexto de la crisis energética los llamamientos a levantar la moratoria del 'fracking' en vigor desde 2017.
También apoyan esta petición la oposición cristianodemócrata y los ultraderechistas de Alternativa por Alemania (AfD).
La fracturación hidráulica es blanco de críticas por su elevado consumo de agua, porque contamina los acuíferos del subsuelo y porque incluso puede causar terremotos.
Más allá de las consideraciones ecológicas, los Verdes (a cargo entre otros de los ministerios de Economía y de Medio Ambiente) sostienen que el "fracking" no tiene sentido como técnica de extracción de gas a medio plazo ya que el futuro energético del país pasa por el uso de hidrógeno verde.
Desde que Rusia puso fin al suministro de gas a Alemania, el Gobierno encabezado por Olaf Scholz ha sustituido parte de las importaciones a través de compras a países como Bélgica y Noruega