Unos gemelos psicoanalistas, una joven con problemas de identidad que mezcla realidad y fantasía. Una vecina entrometida y un gato suelto. Y mucho sexo. El director François Ozon estrena este viernes "El amante doble". Un filme etiquetado como thriller erótico. Con él y con el protagonista Jérémie Renier hemos charlado esta mañana.
En los primeros minutos de "El amante doble", la nueva película de François Ozon, un primer plano de una vagina en pleno orgasmo se funde con el de un ojo que suelta una lágrima, toda una declaración de intenciones del director francés, que ha presentado hoy en Madrid su vuelta al "thriller" erótico.
"No estamos habituados a ver escenas así, pero para eso está el cine, para mostrar lo que no solemos ver", ha asegurado el director francés en una entrevista con un grupo de periodistas con motivo del estreno del filme en España, este viernes, tras su debut en Cannes.
El ganador de la Concha de Oro de San Sebastián por "En la casa" (2012) dice que adora filmar escenas de sexo porque suponen un reto continuo sobre qué mostrar y qué ocultar.
Pero "El amante doble", adaptación de una novela de Joyce Carol Oates, es también un filme sobre el psicoanálisis, con elementos de terror.
La película cuenta la historia de Chloé (Marine Vacht), una joven exmodelo que se enamora de su psicólogo (Jérémie Renier) hasta que descubre que éste le oculta parte de su identidad.
La cinta plantea un juego con el espectador, cómplice de la investigación que emprende la protagonista y de la ambigüedad entre realidad y fantasía en la que se desarrolla la trama, salpicada de símbolos oníricos.
Ese juego le ha dado alas a Ozon para liberar su fantasía, según explica. "Mucha gente me decía que con mi anterior filme, 'Frantz', me había puesto muy serio, muy maduro, y quería demostrarles que sigue habiendo cosas violentas en mi", subraya el director con su habitual ironía.
La novela en que se basa, "Vidas gemelas", fue escrita por Carol Oates con el seudónimo de Rosamond Smith. Ozon dice haberse tomado bastantes libertades: "He traicionado a Carol Oates, sobre todo en la escena final". Además, añade, la novela muestra un tipo de psicoterapia más "a la americana", y él se lo ha llevado a un estilo "más francés", además de que ha profundizado en el inconsciente del personaje femenino. La mencionada escena de la vagina no es gratuita y simboliza el recorrido de Chloé.
Otra escena que está dando que hablar es una en la que ella utiliza un arnés sexual para darle placer a él. "Los que se molestan con esa escena suelen ser machistas", opina Ozon, convencido de que la sociedad sigue dominada por modelos patriarcales y de que la libertad sexual de la mujer aún no está del todo conquistada.
"La sexualidad es un juego en el que los papeles se pueden invertir. Predomina la idea del macho dominador pero el hombre también puede disfrutar siendo sometido y la mujer siendo dominadora", apunta.
En este sentido, Ozon aplaude la valentía de Renier, con quien ya había trabajado en "Amantes criminales" (1999). "Muchos actores no habrían aceptado el papel debido a esa escena", subraya. También con Marine Vatch había trabajado antes, en "Joven y bonita" (2013). Ozon cree que ambos actores se complementaban muy bien. "Ella tiene algo andrógino y él algo femenino, ella es morena y él rubio y había mucha química entre ellos, las escenas funcionaban gracias a eso", señala.
El siempre prolífico Ozon -ha estrenado 18 películas en las últimas dos décadas- ya está inmerso en la preparación de su siguiente trabajo, que espera empezar a filmar en enero, aunque no quiere desvelar aún demasiado: "Es una película muy oscura", advierte.