Tras una dilatada carrera en publicidad y como ayudante de su padre, Ridley Scott, Luke Scott ha dado el paso de dirigir su propia película, "Morgan", un "thriller" sobre inteligencia artificial que plantea "un salto adelante" en la evolución humana. Scott tenía 13 años cuando su padre rodaba "Blade Runner", un clásico de la ciencia ficción y de la vida "replicante", pero trata de restar importancia a la coincidencia temática.