ES una mezcla de pop, rock, jazz, de dj, de country y con ingredientes incluso de música clásica. Es el llamado kpop o música pop de Corea del Sur, una carta de presentación de este país y de su imagen internacional.
El Kpop mueve al año cerca de 4.000 millones de euros y encandila a millones de personas en todo el mundo.
Pero la música popular surcoreana no solo es importante por la cantidad y volumen de negocio que genera y por su proyección cultural en todo el mundo. Esa música suena también en la frontera entre las dos Coreas como un elemento más de la guerra psicológica entre los dos países.
Tal es así que las chicas de Red Velvet han enamorado hasta al propio Kim Jong-un, el lider norcoreano, que ha permitido la actuación de varios grupos en su territorio. Es la guerra del pop, un arma más, y no pequeña del conflicto coreano.