"Me duele España, aunque no soy quien para decirlo, pero me duele el teatro y, a través del teatro me duele España", ha dicho hoy Juan Echanove que interpreta a Quevedo en un montaje dirigido por Gerardo Vera, para quien la obra es un tratado sobre la corrupción: "como un Informe Semanal del siglo XVII".
"Sueños" es el título de esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC), La Llave Maestra y Traspasos Kultur, basada en "Los sueños" de Francisco Quevedo", que se representará desde mañana en el Teatro de la Comedia.
La obra "Los sueños" de Quevedo, una sucesión de textos inconexos llenos de críticas y sátiras de la sociedad del siglo XVII, ha sido convertida en una obra teatral por José Luis Collado, que ha recordado la tarea larga y complicada por la que estuvo "a punto de tirar la toalla", ha reconocido hoy en la rueda de prensa de presentación del montaje.
Tras la adaptación teatral en 2015 de "Los hermanos Karamazov" de Dostoyevsky, Echanove, Vera y Collado han explicado cómo han trabajado juntos en esta adaptación que, han dicho, les ha quitado el sueño y cómo el elenco ha formado una "familia".
"Sin grandes elencos no hay grandes teatros", ha asegurado Juan Echanove, que ha recordado cómo la "cruda realidad" del sector hace que a veces los montajes cuenten "con un actor o ninguno".
Por ello, se ha mostrado convencido de que los integrantes del elenco de "Sueños" y de "Los hermanos Karamazov" no desearían otra cosa que estar participando en el montaje, porque aunque la estabilidad es a veces "una cadena horrible", tras estos dos años todos actúan mejor.
El director de la obra, exresponsable del Centro Dramático Nacional y Premio Nacional de Teatro 1988, le ha "inoculado del virus del amor teatral", ha indicado Echanove, que ha explicado cómo a la escena "no se viene a racanear sino a temblar".
Porque, ha explicado, ante el hecho de que un espectador le dedique dos horas de su vida a verle en una obra de teatro, la posibilidad de que decida no volver no le deja dormir.
Con 70 años, Gerardo Vera dice que ya lo ha visto todo y que, por eso, cada vez se refugia más en los textos de Quevedo, al que ha considerado el gran cronista de la realidad española sin adornos, con un discurso "brillante y doloroso sobre la decadencia de un imperio".
Lo que dice Quevedo, ha defendido el director de la obra, es lo que "tiene que alumbrar el camino en este momento de indignidad moral, cuando todo está tan removido como en el siglo XVII".
Según Vera, "Los sueños" es la obra más personal de Quevedo, una crónica "dolorosa y lúcida de una España presa de la corrupción de las monarquías absolutas de Felipe III y Felipe IV, víctima de la ignorancia, donde la filosofía era esclavizada por la teología".
Una reflexión tan profunda la de Quevedo sobre la realidad de su época "que nos hace trasladarnos hasta nuestro tiempo, otra vez la putrefacción", de tal forma que el director del montaje ha asegurado que las palabras del autor fallecido en 1645 "sonarán como un mazazo, como un telediario de hoy".
Vera ha insistido en que no se trata de un montaje sobre la obra de Quevedo sino el "sueño" de un creador con una vigencia contemporánea, para el que han creado un armazón en el que caben también sus poemas de amor, "los más bellos de la literatura española", mezclados con hechos históricos de la época, con literatura o con la represalia de la Inquisición.
El autor de la adaptación, que ha reconocido que nunca había escrito tantas versiones sobre un mismo texto, cree que el "inmenso" Juan Echanove "da vida a un Quevedo como nunca se ha visto en ningún escenario ni pantalla".