Montreal, espíritu europeo en el corazón de Canadá

Hacemos las maletas para viajar a casi 6.000 kiloometros de Madrid, hasta Montreal, en la provincia de Quebec. Una ciudad canadienses con poco más de 300 años de historia y que acoge la población de habla francesa más grande del mundo fuera de París. Canadá tiene la particularidad que, pese a estar en Norte Ámerica, es una monarquía Parlamentaria y su reina es Isabel II.

Quedamos con nuestro primer madrileño, Javier, en uno de los mercados de la ciudad. Atravesamos el puente Jacques Cartier, que nos lleva hasta la isla dónde está el circuito de Fórmula 1 de Montreal. Tras dar unas vueltas a lo Fernando Alonso, nos hemos ido a conocer la iglesia más grande de Canadá y la segunda del mundo, El Oratoire Saint-Joseph. Una iglesia, en la que encontramos escaleras mecánicas para poder llegar a la cúpula. Nos despedimos de Javier en uno de los restaurantes más famosos y con más afluencia de público de todo Montreal, el Schwartz`s, con su especialidad de carne ahumada.

Adrián lleva en Montreal desde hace siete años y es él quien no descubre el viejo puerto de la ciudad, junto al río San Lorenzo, el más importante de Canadáy por dónde entraron los primeros descubridores del país. Los arces están presentes en toda la ciudad y es que, hasta en su bandera la hoja de arce tiene un protagonismo especial. A Montreal se le llama la ciudad de los cien campanarios, por sus numerosas iglesias, y nuestro madrileño ha querido enseñarnos la más antigua, una réplica de la de Notre-Dame , en París. Para resguardarnos del frío nos adentramos en los túneles de Montreal. Con sus más de cuatro millones de metros cuadrados, 200 puertas y más de 5.000 tiendas, está considerada la ciudad subterránea más grande del mundo. El sonido del Jazz está muy presente en toda la ciudad y Adríán ha querido que conociéramos el club más famoso de la ciudad, el Diese Onze.

Encontramos a Gonzalo sobre una calesa y es que un paseo por el viejo puerto es una de las atracciones turísticas más asentadas en la ciudad canadiense. Nuestro madrileño decidió dejar Madrid y el periodismo por amor y con él hemos recorrido la zona más antigua de la ciudad. Nos descubre que en los restaurantes canadienses te permiten llevar tu propio vino o cerveza, por el precio tan elevado que tienen. A unos kilómetros de Quebec descubrimos la Catarata de Montmorency, con una caída de más de 83 metros. Recorrer Quebec es como pasear por una ciudad europea y afrancesada, pero en pleno corazón de Canadá. Llegamos a lo que parece un castillo, pero en realidad es el hotel más fotografiado del mundo por su belleza, Hotel Château Frontenac. Tras conocer el Parlamento, nos subimos al coche para conocer el Estadio Olímpico de la ciudad y subir a la torre inlicnada más alta del mundo, que pese a lo que muchos creen no se encuentra en Pisa. Como todo canadiense Gonzalo siempre lleva su kit de invierno en el coche. Una pala y los cepillos no pueden faltar en cualquier maletero, para poder retirar los metros de nieve que se acumulan en invierno.

Ana se trasladó a Canadá siguiendo al amor de su vida. Nos encontramos con la curiosidad de que en el barrio en el que vive esta madrileña están prohíbidos los bares. Ana nos ha llevado al hotel más conocido de Quebec, el Queen Elizabeth. Este hotel se hizo mundialmente famoso cuando John Lennon y Yoko Ono protestaron en una de sus habitaciones por la guerra de Vietnam. Montreal es una ciudad de contrastes, en la que los edificios más modernos conviven con la arquitectura más tradicional cómo ocurre al pasear junto a la catedral Marie-Reine-du-Monde. Su interior recuerda mucho a la Basílica de San Pedro del Vaticano, pues han copiado muchos elementos de la conocida iglesia romana. Nos armamos de valor y nos subimos con Ana a una avioneta, para poder ver la belleza de Canadá desde lo más alto.

RECOMENDACIONES DE VIAJE

Documentación: Pasaporte

Visado: En la mayoría de los casos, los españoles no necesitan visado para estancias de turismo o estudios de hasta 6 meses.

Seguro médico: Es necesario ser titular de un seguro médico que cubra gastos lo más cuantiosos que sea posible, pues la asistencia sanitaria a extranjeros no es gratuita, ni siquiera en casos de gran urgencia, sino que por el contrario puede llegar a ser realmente muy cara. No existe convenio bilateral España-Canadá en materia de asistencia sanitaria.

Vacunas: En principio, no es necesaria ninguna vacuna para entrar en Canadá. No obstante, las Autoridades Sanitarias canadiensen recomiendan la vacuna contra la gripe en el período de otoño-invierno.

Moneda: Dólar canadiense. Las Autoridades canadienses exigen la declaración de las cantidades superiores a 10.000 dólares a la entrada en el país.

Carné de conducir: Aunque el permiso de conducir español es válido en Canadá por un máximo de 3 meses para turistas (para inmigrantes, el plazo es de 2 meses, después de los cuales se debe obtener el permiso de conducir canadiense) es muy aconsejable obtener el permiso internacional, para evitar posibles inconvenientes.