Si hay que definir Eslovenia con un adjetivo, ese es verde. Más de la mitad de este territorio surgido de la antigua Yugoslavia, incrustado entre Italia, Croacia, Austria y Hungría, está plagado de bosques, cascadas y parques naturales, como el de Triglav. Es un destino turístico en auge que atrae cada año a más visitantes amantes de la naturaleza y también de los deportes de aventura. Eso, unido a sus ciudades típicamente centroeuropeas como Ljubljana o Celje hacen del país un lugar perfecto para visitar y, como nos mostrarán nuestros madrileños, para quedarse.