La grandeza y el legado de Federer

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Ganar su quinto Abierto de Australia, su Grand Slam número 18, con 35 años, es el legado y el mejor exponente de la grandeza del suizo Roger Federer, al que el mundo implora que no se retire jamás.

Lo que hizo en la final del Melbourne ante el español Rafael Nadal pasará a la historia por muchos aspectos. Clase magistral al ataque y cómo se debe presionar, eludiendo el peloteo, fortaleza mental para afrontar la adversidad, sobre todo en el quinto set, cuando perdía por 3-1. Un partido que puede servir de lección a la nueva generación.

NO GANABA UN 'GRANDE' DESDE 2007

No solo ha sido el campeón con menor ránking y el primer jugador en ganar tres partidos a cinco sets consecutivos para hacerse con este Slam, desde el argentino Gastón Gaudio en Roland Garros 2004, también se ha convertido en el primer campeón de un 'major', derrotando a cuatro rivales situados entre los diez primeros, desde el sueco Mats Wilander, en 1982, también en París.

En Melbourne, Federer ha sido capaz de cerrar página a sus derrotas en los grandes, donde no triunfaba desde Wimbledon 2007, encajando una racha de seis. Y ha sido llegar al Abierto de Australia, donde había perdido tres veces contra Nadal, y superarle.

Sus 18 grandes llevan la marca de diez jugadores diferentes. Cuatro de ellos ante Andy Roddick, tres ante Nadal y otros tres ante Andy Murray, y uno con Mark Philippoussis, Marat Safin, Lleyton Hewitt, Andre Agassi, Marcos Baghdatis, Fernando González, Novak Djokovic, y Robin Soderling, respectivamente.

HISTORIA VIVA DEL TENIS

Y es ya, y seguramente durante mucho tiempo, el primer hombre en la historia en ganar cinco o más títulos en tres diferentes grandes: Wimbledon, siete veces. Abierto de Australia: 5, US Open: 5. Con 35 años, convertido en el segundo jugador de mayor edad en ganar un Grand Slam en la Era Open, desde el australiano Ken Rosewall en el US Open 1972, con 37 años y 62 días, será difícil también que alguien se le acerque.

No ha dudado Federer, para todo esto, en hacer lo que fuera. Y tras renunciar el sueco Stefan Edberg a formar parte de su equipo ha integrado en el mismo al croata Ivan Ljubicic, exnúmero tres del mundo, que junto con Daniel Troxler, su fisioterapeuta, y Pierre Paganini, su entrenador físico de toda la vida, son supervisados todos por una figura fiel y discreta, Severin Luthi, el hombre de su máxima confianza.

"Será largo de asimilar pero cuando llegue a Suiza me daré cuenta de lo grande que es esto. Solo se puede comparar con mi Roland Garros en 2009", recordó el suizo por su triunfo en París donde logró el único grande que le quedaba. "Rafa ha sido definitivamente muy especial en mi carrera. Creo que me ha hecho mejor jugador", dijo. "Él y un par de jugadores más lo han hecho por mí, porque el nivel de su juego me ha hecho subir".

"Novak también ha sido uno de mis grandes rivales", dijo sin querer olvidarse del serbio, por si acaso esta temporada a 'Nole' le da por tirarle de las orejas. "Y también Roddick y Hewitt. Y no me gustaría olvidarme de alguno más, pero seguro que hay un par más. Y ellos saben quiénes son", expresó.

"El juego de Rafa es complicado, lo digo claramente. Mi último gran desafío es siempre jugar contra él. Definitivamente es muy especial", añadió el hombre que se ha quitado un peso de encima y camina ahora flotando en la gloria de sus 18 grandes.