El Comité de Control y Disciplina de la UEFA ha decidido sancionar con una deducción de seis puntos a la Federación de Fútbol de Rusia (RFS), en la próxima fase de clasificación para la Eurocopa 2016, por los incidentes protagonizados por sus seguidores antes y después del encuentro contra Polonia. Además, la Federación de Fútbol de Rusia ha sido multada con 120.000 euros. Más de 180 personas, entre ellos un ciudadano español, fueron detenidas el martes en Varsovia durante los disturbios que protagonizaron polacos y rusos coincidiendo con el partido que enfrentaba a los equipos de ambos países en la Eurocopa de fútbol y que empataron a un gol.
La sanción está provisionalmente suspendida a expensas del comportamiento que muestren los seguidores rusos a partir de ahora hasta el final de las eliminatorias de la Eurocopa 2016.
La Federación de Fútbol de Rusia se enfrenta a cargos por la conducta inapropiada de sus seguidores y a los disturbios que protagonizaron, con el lanzamiento de bengalas y la exhibición de banderas ilícitas, también en el partido del pasado viernes ante la República Checa en el Grupo A de la Eurocopa 2012
184 ARRESTADOS
Según han informado este miércoles, las autoridades 184 personas fueron arrestadas, de las cuales 156 eran de nacionalidad polaca y 25, de nacionalidad rusa. Además, la Policía de Varsovia ha informado de que un español, un húngaro y un argelino también fueron detenidos.
Alrededor de 150 personas sufrieron heridas en el marco de estos disturbios, aunque se trató en la mayoría de los casos de daños leves, a excepción de siete polacos, dos rusos y un alemán que fueron trasladados al hospital.
De estos heridos más graves, los siete ciudadanos de nacionalidad polaca y uno de los dos rusos pasaron la noche en el hospital, ha asegurado el gobernador regional Jacek Kozlowski, citado por la agencia de noticias rusa RIA Novosti.
Los enfrentamientos se produjeron después de que 7.000 rusos se concentraran en Varsovia para conmemorar su día nacional, según el embajador ruso, Wojciech Zajaczkowski, que ha atribuido la violencia a radicales polacos.
"La Policía reaccionó de forma decisiva y profesional", ha defendido Zajaczjowski. Las fuerzas de seguridad dispararon al aire como medida de advertencia y utilizaron cañones de agua para tratar de frenar unos enfrentamientos en los que los agentes fueron atacados con botellas, piedras y bengalas.
