El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma), saltador de esquí hasta hace seis años, se coronó en Madrid como vencedor de la 74 edición de la Vuelta a España al término de la vigésimo primera y última etapa, en la que ganó al esprint el campeón de Holanda, Fabio Jakobsen (Deceuninck-Quick Step).
Jakobsen, de 23 años, logró en la capital un doblete por delante de su gran rival, el irlandés Sam Bennett (Bora-Hansgrohe), en un apretado esprint que supuso la quinta etapa para su equipo en esta Vuelta y la 62 en la temporada. Entró en la pugna el español Jon Abersturi (Caja Rural Seguros RGA), cuarto.
Eslovenia, protagonista
Roglic, de 29 años, cruzó la meta en Cibeles como vencedor final, encabezando la fiesta eslovena, ya que la tercera del podio se la quedó su compatriota de 20 años Tadej Pogacar (UAE Emirates). Entre ambos el español Alejandro Valverde, de 39 años, quien alcanzó vestido con el maillot arcoìris de campeón mundial un segundo puesto que le permite sentirse "muy orgulloso".
La roja se fue a un pequeño país de 2 millones de habitantes que produce grandes talentos del deporte, que disfruta sobre todo con el baloncesto, cuya selección liderada por Luka Doncic es campeona de Europa.
Pogacar, deslumbra
Desde hora, el ciclismo se sube a la cresta del éxito gracias a Roglic, que cumple el sueño de poner su nombre en el palmarés de una grande, y a un talento como Pogacar que ha deslumbrado al mundo del pedal con tres triunfos de prestigio en jornadas de montaña, además de obtener el maillot blanco de mejor joven.
Roglic, ganador de etapa en las tres grandes, fue cuarto en el Tour de 2018 y tercero esta temporada en el Giro. Tiene en su hoja de servicios triunfos en pruebas de tres semanas como la Vuelta al País Vasco y Tour de Romandía, pero le faltaba la guinda entre las más deseadas del World Tour.