3-3. Movistar Inter empata con el Barça cuando tenía la victoria encarrilada

A tres minutos del final, el Movistar Inter sentía su victoria encarrilada, sin más sobresaltos que el asedio que siempre propone el juego de cinco, más aún si es del Barça, que anotó el 3-2 a dos minutos y medio del cierre por medio de Daniel y que empató a 1:53 de la conclusión con el 3-3 de Ferrao.

Es un punto para cada uno. Pero no es lo mismo. No es igual para el conjunto madrileño, que dominó el marcador casi todo el segundo tiempo, que para el equipo azulgrana, contra las cuerdas con un 3-1 por debajo, pero con determinación sea cual sea el resultado, por muy poco que quede y aunque enfrente esté un oponente de tal talla.

Un empate que sabe a derrota

Y tampoco le vale demasiado a ninguno de los dos a efectos clasificatorios si su objetivo es la cima, tan ajena este curso a ambos, los dos favoritos siempre al escalón más alto del podio final de la Liga: el Inter es cuarto y está a nueve puntos, con un encuentro menos, del Levante; el Barca está a once. Es sexto.

Al bloque azulgrana no le sirvió de nada haber tomado ventaja por medio de una carambola en el minuto 8: un saque de esquina de Dyego rebotó primero en Eric Martel, luego en el poste, descolocó a Jesús Herrero y lo remachó en el segundo palo Matheus. Una casualidad.

Tiene muchos recursos el Barça, quizá más que nadie en esta Liga. También en su portería, desde donde surgió Didac Plana para limitar un buen rato nada más a la pista -no en el marcador- la reacción del conjunto madrileño, insistente, creativo, ambicioso... Y nada contundente. Entonces mandó Didac. O el poste, cuando no alcanzó él.

Remonta el Inter

Pero ni siquiera muchas veces es suficiente ante un adversario como el Inter, que, desde el 0-1, devoró metro a metro al Barça, lo destinó a un ejercicio de resistencia, sin perspectiva casi de la portería contraria, presionado, primero, y superado al intermedio por el bloque local. En un instante había remontado. En 18 segundos.

Los goles siempre resaltan al autor, pero en este caso el mérito se reparte, al menos en el mismo porcentaje, sino más, con el pasador. Boyis, en el 1-1 a 22 segundos del descanso, con un centro magnífico que dejó ante el gol a Borja; Pito, a 4 segundos, con una maniobra que despistó a todos y transformó Cecilio en el 2-1.

Del 3-1 al 3-3

El tercer golpe ya fue en el segundo tiempo, entre los intentos de uno y otro, entre la igualdad, en el filo del empate o de la victoria del conjunto madrileño, que anotó el 3-1, por medio de Lucas Tripodi para transformar el encuentro ya en un desafío contrarreloj para el Barça, dos goles detrás a falta de 8 minutos.

Tampoco fue suficiente para el Inter, que, de pronto, casi sin intuirlo, lamentó la igualada de su rival. Primero Daniel, a dos minutos y medio del final, redujo la distancia; después Ferrao la dejó en nada. Un punto para cada uno, dos sensaciones diferentes y un 3-3 insuficiente para creer que el liderato aún es posible.