El dato del VAR que indignará, más si cabe, al Real Madrid
- Las intervenciones del videoarbitraje en lo que va de liga dejan un principal beneficiado, el FC Barcelona, y un gran damnificado, el Real Madrid
Lejos han quedado las temporadas en las que Cristiano Ronaldo y Leo Messi acaparaban todos los focos de LaLiga.
En la presente campaña, el gran protagonista de LaLiga no está siendo Vinicius, ni Mbappé, ni Lamine Yamal, ni Raphinha, ni Julián Álvarez... sino el VAR.
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Según expone el Diario As, el videoarbitraje ha intervenido 162 veces en lo que va de liga. Estas cifras pulverizan los datos de la pasada campaña (154 correcciones de la sala VOR) y están a punto de superar el récord histórico alcanzado en la temporada 22/23, cuando el VAR entró en acción hasta en 174 ocasiones.
Más allá del protagonismo, excesivo, de esta nueva herramientas que sin lugar a dudas está cambiando el fútbol tal y como lo conocíamos; lo cierto es que la clasificación sería muy diferente de no ser por el VAR.
El Real Madrid sería líder sin el VAR
Al líder, el FC Barcelona, no solo le refrendan los resultados y sensaciones sobre el verde, también las decisiones arbitrales.
Las intervenciones del videoarbitraje han favorecido en 13 ocasiones a los de Flick y han jugado en su contra solo seis veces.
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Datos que se contraponen a los de un Real Madrid que, si bien se ha beneficiado hasta en seis decisiones del VAR, también ha visto como esta herramienta dictaba 15 veces contra sus intereses.
De no existir el VAR, los pupilos de Ancelotti encabezarían la tabla clasificatoria de LaLiga y aventajarían al Barça en nueve puntos.
La polémica de la jornada 32
Sin entrar a valorar las actuaciones arbitrales, lo que llama poderosamente la atención es la disparidad de criterios en ciertas acciones.
En esta última jornada de competición, la sala VOR llamó a Melero López, colegiado principal del Barça - Celta, para que revisara, y acabara señalando, un posible penalti sobre Dani Olmo.
Sin embargo, apenas un día más tarde, el VAR hizo caso omiso a un contacto en el área de Unai Núñez a Bellingham.
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Ambas acciones son interpretables y perfectamente cabe la posibilidad de que un colegiado interprete infracción en una de ellas y contacto insuficiente en la otra. Lo que carece de sentido, e indigna al madridismo, es que en una de ellas se corrija la decisión inicial del árbitro y en la otra ni siquiera se le invite a volver a valorarla en el monitor.
La unificación y transparencia de criterios es la única manera de que el VAR se asiente y termine de convencer a todos. Hasta entonces, el videoarbitraje continuará protagonizando una competición en la que últimamente se habla más de lo extradeportivo que de lo futbolístico.
