El Rayo Vallecano afronta una jornada clave para tratar de certificar la permanencia en Primera al recibir en su estadio al Almería, ya descendido, y confiar en un tropiezo del Cádiz en el Santiago Bernabéu con el Real Madrid, que, en caso de ganar, podría celebrar el título de Liga si el Barcelona no vence al Girona.
El equipo vallecano, ocho puntos por encima del descenso que marca el Cádiz, sabe que la salvación pasa por su estadio, dónde jugará tres de los cinco partidos que restan de campeonato. En Vallecas recibirán a Almería, Granada y Athletic Club de Bilbao, mientras que como visitantes jugarán contra el Barcelona y Valencia.
El próximo rival es el Almería, que llega a Vallecas sin nada en juego al ser colista y estar descendido. Por ello, y debido a la importancia del partido, la plantilla está concentrada al máximo y su técnico, Iñigo Pérez, ha decretado tres entrenamientos a puerta cerrada para no desvelar sus cartas.
"Estamos con confianza. Hemos dado un paso adelante en las últimas jornadas con puntos. Estamos trabajando bien y ya estamos con ganas de llegar al domingo y sacar los tres puntos", dijo el central francés Florian Lejeune en declaraciones difundidas por el club.
El Rayo tiene todo a su favor para lograr la permanencia una temporada más en Primera. El vestuario confía en ganar al Almería y que el Cádiz no puntúe en el Santiago Bernabéu, una combinación que, en caso de producirse, le dejaría la permanencia a solo un punto a falta de doce por jugarse.
El histórico de enfrentamientos en Liga entre Rayo y Almería en Vallecas es favorable para el equipo madrileño. De los ocho partidos oficiales disputados (tres en Primera y cinco en Segunda) cinco han sido victorias para el cuadro vallecano por dos empates y un solo triunfo para el conjunto andaluz.
Este mes además es especial para el Rayo, puesto que el 29 de mayo el club celebrará su centenario y lo quiere hacer asegurando su continuidad en Primera.