Hipódromo de La Zarzuela abrió sus puertas el pasado sábado para dar el pistoletazo de salida a un mes de junio especial, con cuatro jornadas únicas de Grandes Premios.
Se disputaron siete carreras, cinco en la pista de hierba y dos en la de arena. Las más importantes fueron el Derby y el Oaks, para los potros y potrancas de tres años. Dos espectaculares pruebas que hicieron emocionarse y vibrar al público.
El portugués Ricardo Sousa consiguió un destacado doblete en esta jornada tan especial, con el que mantiene la segunda posición en la estadística de jockeys con 19 triunfos. Primero ganó con la debutante Casilda, primera hija de Noozhoh Canarias en competición, y después se impuso con Maracay en el Oaks, logrando así este importante premio por primera vez en toda su carrera.
Por su parte, el preparador Guillermo Arizkorreta, líder de la estadística, sumó dos nuevos triunfos a su casillero con Dajla en la segunda carrera y con Barbado en la tercera.
En quinto lugar del programa se disputó el Gran Premio Beamonte (OAKS Español), la prueba reina del calendario para los potros de tres años, que contó con la participación de 13 aspirantes al honor de ser nombrado el mejor de su generación sobre los 2.400 metros.
El título fue para White Bay contra todo pronóstico y tras un recorrido muy cómodo situado en las últimas posiciones, con una magnífica monta de Raúl Ramos que supo esperar el momento más conveniente para lanzar su ataque, y para el que fue la primera vez en toda su carrera como profesional que consigue este importante premio.
Mexico City ocupó la última plaza durante el recorrido y finalmente luchó con fuerza con el ganador, terminando tercero superado por un cuello por Danko que logró la plata a un cuerpo de White Bay.
Un triunfo sorprendente para muchos y muy gratificante para su entrenador, el joven Román Martín Arranz que tan solo lleva unos meses como preparador, así como para sus propietarios de la Yeguada Valmodomus.
El momento más importante del año para las potrancas de tres años llegó en la cuarta carrera con el Gran Premio Beamonte en la que presentaron su candidatura 11 participantes de gran nivel sobre los exigentes 2.400 metros de recorrido.
Una preciosa prueba en la que se impuso Maracay de forma brillante y con un soberbio remate, demostrando que la distancia no era un problema y consolidándose como la mejor de su generación. Tremenda y muy en forma se mostró Inés que terminó con un magnífico segundo puesto en lucha cerrada con la ganadora y a tan solo un cuello, y casi cuatro cuerpos más atrás se llevó el bronce Peralta.
Un auténtico carrerón de Maracay, ganadora de la Copa de Criadores, el Opcional y la Poule, bajo la preparación de su propietario Alfonso Núñez con la Cuadra Toledo, que se llevó el oro con la monta de Ricardo Sousa por primera vez.
