El Gobierno está trabajando en la publicación, antes de que acabe el año, de una nueva Estrategia de Seguridad Nacional que actualice la que se aprobó en 2017 por cinco años. Así lo avanzó el secretario de Estado y director de Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Iván Redondo, en su comparecencia en el Senado ante la Comisión Mixta de Seguridad Nacional.
“España se construye desde el Gobierno y desde la oposición. Será una Estrategia de Seguridad Nacional que entrará en vigor en 2021”, comentó, tendiendo “la mano” a los partidos para ponerse “mano a la obra” cuanto antes y los citó a una reunión en el Palacio de la Moncloa “este mismo mes de julio”.
El jefe de Gabinete de Pedro Sánchez y secretario del Consejo de Seguridad Nacional también anunció que el Consejo de Ministros aprobará un anteproyecto de Ley de Aportación de Recursos a la Seguridad Nacional, del que ya hay un avanzado borrador.
Redondo admitió que el Informe de Seguridad Nacional de 2019, que aprobó el Consejo de Seguridad Nacional presidido por el Rey 10 días antes del estado de alarma, quedó viejo por el coronavirus. En él se hizo un “ejercicio académico inmejorable”, “pero que la Covid-19 ha envejecido estos meses, como sucede en la historia de la Humanidad con cualquier disrupción o hecho relevante que nos marca un antes y un después. Y el coronavirus, lo es”, resumió Redondo.
Por su parte, la oposición no escatimó en críticas porque “ni han salvado vidas, ni a la economía”, reprochó el portavoz del Partido Popular en la comisión, Juan Antonio Calleja, quién le preguntó si va asumir responsabilidades. La pandemia, aseguró, no fue un “cisne negro” que no se veía, sino un “rinoceronte gris” que tenían “enfrente” y no querían verlo.
Consideró que están “obligados” a reportar los informes diarios de Seguridad Nacional que el presidente Sánchez recibe y, de hecho, reclamó que “en el plazo de una semana” vuelva a comparecer para exponer "dichas notas diarias”.
Críticas más duras vertió el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, quién reclamó la dimisión de Redondo y llegó a responsabilizarle de las víctimas.
Por su parte, la portavoz del PSOE en la comisión, Sonia Ferrer, pidió a la oposición que “no sean patriotas de salón” por responsabilizar al Ejecutivo de las víctimas de la pandemia porque “no vio venir” lo que se desató. Comparó que sería como responsabilizar al Ejecutivo del Partido Popular de las víctimas del 11-M por no haberlo previsto. Ferrer culpó a los dirigentes de Vox de ser, “con sus discursos, la verdadera amenaza para la seguridad nacional” porque dicen ser demócratas, pero “asintomáticos, no se les nota apenas nada”.
En la réplica, y ante las acusaciones desde el PP y Vox, Redondo pidió “humildad” y apeló a la “unidad”, así como a usar a las víctimas en clave política.
Redondo, que varias veces se definió como un “humilde asesor”, respondió uno a uno de los portavoces pero dedicó más tiempo a Vox. El director del Gabinete de Sánchez defendió que la “gestión” en España “se puede hacer diferente, pero que con la información disponible, es difícil hacerlo mejor”.