En Patones de Arriba, a 60 kilómetros de Madrid por la A-1, apenas viven 20 habitantes y la mayoría de ellos enfoca sus quehaceres diarios a la restauración y a temas relacionados con el arte. Nos hemos econtrado con los dos únicos niños de Patones de Arriba. El pueblo se construyó allá por el año 1555 y tenía 7 vecinos.