La polémica sobre si se gestionó bien el contagio por ébola de Teresa Romero y la Operación Púnica contra la corrupción han empañado los últimos meses de un año que para el Gobierno regional ha sido el del comienzo de la recuperación, con datos positivos de creación de empleo o de llegada de turistas.
El Gobierno de Ignacio González ha celebrado mes tras mes la mejora de las cifras de desempleo, que, con datos de noviembre, sumaba en la Comunidad un total de 512.177 parados, casi un 7 % menos que un año atrás, mientras que los afiliados a la Seguridad Social han ido subiendo hasta contabilizar casi 71.000 más que un año atrás.
Ignacio González ha atribuido en gran medida los buenos datos a su gestión, que toca defender a escasas semanas de que el PP designe a sus candidatos a las autonómicas.
González ha apostado un año más por bajar impuestos, una medida que en 2013 llegó a tensar la relación Sol-Moncloa -el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, llegó a decir que a Madrid "le sobra el dinero"-, pero que este año ha adoptado el propio Ejecutivo central, y ha repetido la Comunidad de Madrid pese a las críticas de la oposición, que lo considera electoralista.
Y también el turismo ha respondido a los planes de estímulo del Ejecutivo regional: tras unos meses complicados con pérdida de visitantes a finales de 2013 -que el Gobierno atribuyó, en gran medida, a las tasas en Barajas y la supresión de líneas aéreas con destino Madrid-, la llegada de turistas ha ido creciendo mes a mes, mientras la Comunidad ideaba nuevos planes de ocio para atraer más viajeros.
Todo ello ha apuntalado la idea del Gobierno de que la recuperación es un hecho, y que tras años de ajustes ahora toca devolver los esfuerzos al ciudadano, con medidas como la congelación de tasas o el aumento de las becas y ayudas, que la oposición, de nuevo, ve como propaganda electoral de un presidente, González, que aún no tiene confirmado que vaya a ser el candidato en mayo de 2015.
SANIDAD: ÉBOLA Y TRES CONSEJEROS EN 12 MESES
2014 termina casi como comenzó: con cambio de consejero de Sanidad. Si en enero el propio Javier Fernández-Lasquetty dimitía después de que se paralizara el proyecto de externalización de seis hospitales y varios centros de salud, su sustituto, Javier Rodríguez, era cesado a principios de diciembre, en su caso por sus salidas de tono sobre la auxiliar de enfermería Teresa Romero.
Entre enero y diciembre la sanidad volvía a la normalidad, una vez que la 'marea blanca' aflojó sus protestas al suspenderse los planes de externalización , que se celebraron oposiciones para diversas ramas del personal sanitario -3.571 plazas ofertadas, la mayor convocatoria de toda España- y de que se abriera, con años de retraso por la crisis, el Hospital de Collado Villalba.
Pero entre medias una nueva polémica salpicó la sanidad, a cuenta de la repatriación de dos misioneros españoles contagiados por ébola en verano: los profesionales se quejaron de falta de medios para atenderles y, sobre todo, de que el centro de referencia para enfermedades infecciosas, el Carlos III, había sido a su entender desmantelado y no estaba preparado para atender casos tan específicos.
Cuando parecía superada la crisis "veraniega" del ébola, una de las profesionales que atendió a los misioneros, Teresa Romero, dio positivo por esta enfermedad, y mientras luchaba contra el virus en el mismo hospital donde ella cuidó de los dos pacientes -finalmente fallecidos-, un intenso debate sobre cómo se había afrontado su contagio, sobre la formación y los medios materiales de los que disponen los sanitarios e incluso sobre si era necesario sacrificar al perro de la auxiliar, copó la vida política regional.
Una vez recuperada Romero del ébola, de que España quedara oficialmente libre de la enfermedad y de que Ignacio González cesara a Javier Rodríguez, para el nuevo año queda la resolución de las demandas presentadas por Romero y su marido por el sacrificio de su perro Exkálibur o en defensa de su honor, entre otras.
PODEMOS Y PÚNICA HACEN TAMBALEAR LA CONFIANZA CIUDADANA
Si la irrupción de Podemos en las elecciones europeas (fue la tercera fuerza más votada en su estreno electoral, con casi 260.000 votos en la región) disparó las alarmas de los partidos sobre el descontento ciudadano, la Operación Púnica directamente destapó la caja de los truenos con la detención o imputación de decenas de personas, entre ellas seis alcaldes de la Comunidad de Madrid y el que fuera 'número 2' de Esperanza Aguirre, Francisco Granados.
El Gobierno de González, consciente del daño en la confianza de los ciudadanos, no tardó en dar señales de rechazo y contundencia: cesó al director de la Agencia Informática de la Comunidad, presuntamente relacionado con la trama, y llegó a tender la mano a la oposición para pactar un gran acuerdo contra la corrupción, que de momento ha quedado en eso, un ofrecimiento.
'EUROCHINA'
El fracaso del proyecto de Eurovegas en 2013 fue un punto y seguido para los planes de la Comunidad de contar, a medio plazo, con una inversión multimillonaria. Wang Jianli es el magnate que ha hecho olvidar el nombre de Sheldon Adelson, y que ahora negocia para levantar un gran centro comercial en la región, posiblemente en los terrenos de Campamento.
Y para que no haya dudas de su interés en invertir en Madrid, Jianli abrió apetito comprando un histórico edificio en la Plaza de España, cerrado en la actualidad, para abrir un hotel de lujo. Si 'Eurochina' termina siendo una realidad, se decidirá, como pronto, en 2015.