Asturias ha pedido formalmente confinar a los ciudadanos en sus domicilios, como dijo su presidente, Adrián Barbón. De momento se lo han negado pero cada vez son más regiones las que defienden esa opción. La última en anunciar duras restricciones ha sido Castilla y León.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, se ha reunido por videoconferencia con el gobierno de Asturias después de que esa comunidad haya pedido el confinamiento domiciliario durante 15 días, así como suspender "toda la actividad económica no esencial" a partir del miércoles y establecer el toque de queda a las diez de la noche, dos horas antes del actual.
Otras medidas de contención del virus
Asturias lo decidió por el fuerte aumento de la presión asistencial de los últimos días y el de los contagios, más de 3.000 en los últimos ocho días de octubre.
No obstante el Ministerio de Sanidad cree que las medidas que ya han adoptado las comunidades autónomas requieren un tiempo para evaluar su impacto y que, por tanto, hay un margen temporal para que su eficacia tenga resultados en la evolución de la pandemia. Destaca además que el estado de alarma permite implementar otras medidas de contención del virus antes de llegar al confinamiento domiciliario.
Frenar la movilidad
A menor movilidad, menor contagio por coronavirus. Pero hasta dónde es necesario frenar esa movilidad para tener el virus controlado. Ésa es la cuestión que divide al sector sanitario del económico. Mientras unos y otros opinan sobre la idoneidad o no de un nuevo confinamiento domiciliario, los presidentes de las comunidades autónomas van dando pasos.
Castilla y León va a cerrar desde el próximo viernes la hostelería, los centros comerciales y los centros deportivos además de prohibir las visitas a las residencias. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha pedido al Gobierno central que "asuma las medidas de excepción que la excepcional situación requiere" la pandemia de la covid, entre las que cita "el confinamiento si fuera preciso".
"No pueden demorarse por cálculos políticos, la declaración de estado de alarma actualmente vigente no permite ir más allá de lo que hoy hemos acordado", ha expresado el presidente.
Preocupa la evolución de la segunda ola
La evolución de la segunda ola preocupa. Con más de 10.000 ingresos y 1.000 muertes por Covid-19 a la semana en España, las autoridades de Melilla también han pedido confinamientos. Mientras, el ministro de Sanidad pide paciencia y cree que antes de tomar decisiones más drásticas hay que ver qué resultados están teniendo las restricciones que se están aplicando.
Por su parte, Navarra amplía sus medidas restrictivas y desde Castilla la Mancha y Andalucía se apunta a las medidas que se están tomando en Europa, en países vecinos como Francia o Portugal, que han decidido confinamientos domiciliarios antes de alcanzar el límite de sus UCI. También el lehendakari Iñigo Urkullu se ha pronunciado. Ha situado el confinamiento como "última opción", pero no lo descarta, como tampoco lo hace La Rioja.
