Fin de Juego de Tronos: nostalgia, mono y 'spoilers'

Es una de las series de mayor éxito mundial de los últimos años y anoche llegó a su episodio final. Ha ostentado premios como la serie de televisión con más Premios Emmy o la más pirateada. 'Juego de Tronos' ha terminado, y su último capítulo se emitió esta madrugada, así que hoy hay muchos seguidores nerviosos tratan de evitar que alguien les destripe uno de los finales más esperados.

Y es que evitar el ‘spoiler’ del final de una serie o una película es uno de los grandes retos a los que los espectadores se enfrentan, y cada vez es más difícil por las redes sociales. Porque no son pocas las películas y series cuyos finales han sido literalmente reventados: desde Psicosis a Los Vengadores, pasando por el dramático "Chanquete ha muerto" de Verano Azul.

Antes de la esperada emisión de este momento varias revistas anunciaron la muerte de Chanquete. Y era el gancho para que nadie se perdiera el final. De hecho, paralizó el país y millones de españoles derramaron lágrimas aunque ya lo sabían.

Y lo que sufrió el maestro del suspense para impedir que se supiera que Anthony Perkins era la madre. Compró todas las novelas en las que se basaba la película, impidió las entrevistas a los actores y hasta contrató vigilantes de seguridad en los cines para que nadie entrara tras el comienzo.

La más reciente en sufrirlo, la última de Los Vengadores. Y eso que el equipo de la película rogó en sus redes sociales que no se hicieran destripes, y es ya una de las más taquilleras del año.

Nostalgia y mono tras el fin de una serie

La pérdida de refuerzo, la nostalgia y el mono son tres de las reacciones negativas que siente el seguidor de una serie cuando concluye, como es el caso de 'Juego de Tronos', según evalúa en una entrevista con EFE el psicólogo clínico y guionista David Pulido.

"El final de una serie no debería generar ni duelo ni dependencia si nuestro comportamiento es sano en relación con las cosas que nos gustan. No debería suponer ni orfandad ni ansiedad", expone Pulido, guionista de la premiada película española 'Tarde para la ira'.

No obstante, este psicólogo enumera tres factores que conlleva el final de una serie a la que se ha estado enganchado.

"Si algo que nos gustaba y llenaba nuestra rutina lo dejamos de tener, perdemos un reforzador psicológico muy potente", que "buscaremos sustituir por otra cosa que no debe ser necesariamente otra serie", sitúa en primer lugar.

El segundo elemento, prosigue Pulido, es la nostalgia, como sucede con cosas cotidianas que se alejan o perdemos, un amigo o una casa en la playa, por ejemplo, pero este sentimiento tiene una "parte placentera y es bonito que perviva".

A la pérdida del refuerzo y la nostalgia, completa, se une un tercer elemento, el mono: "Cuando hemos estado enganchados y no tenemos ese estímulo, se produce ansiedad, pero lo sano es superar esa sensación. Si la alternativa es devorar series de manera compulsiva no es nada bueno".

"Para lograr una emoción intensa y placentera, los humanos necesitamos un tiempo refractario en el que no estemos tan expuestos. Reposar, rememorar, sentir el poso que deja, tal vez sea bueno y que pasen una semanas hasta engancharse con otra serie", reflexiona.

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