El PP muestra su "preocupación" por el bloqueo de la operación Chamartín

  • Carabante: "los 120.000 empleos que generaría no prosperarán por la política sectaria de paralización de inversiones"

El grupo del PP en el Ayuntamiento de Madrid ha manifestado que comparte la "preocupación" de las asociaciones de vecinos y comerciantes de la zona norte de la ciudad por la "paralización" de la Operación Chamartín.

El concejal del PP Borja Carabante ha comparecido ante los medios después de una reunión que ha mantenido esta mañana la portavoz del PP en el Ayuntamiento, Esperanza Aguirre, con las asociaciones defensoras de la ejecución de la operación Distrito Castellana Norte.

El concejal del PP ha dicho que la visión del grupo con respecto a este asunto está en línea con las asociaciones "por la paralización del desarrollo del norte de madrid, "un proyecto aprobado por la junta de gobierno y al que sólo le falta su paso por el pleno municipal para su debate y aprobación".

Según Carabante, "los 120.000 empleos que generaría la operación Chamartín no prosperarán por la política sectaria de paralización de inversiones", una política "absolutamente revisionista" que afecta también -ha dicho- al mercado de Legazpi, donde había prevista una inversión de 70 millones de euros, que ya no se ejecutará, o la operación del Edificio España y de la plaza de España".

El concejal ha recordado que a la mesa de debate de la Operación Chamartín, a la que han sido convocados en tres ocasiones, no regresarán porque se trata de "una farsa y una "tomadura de pelo". "Está bien debatir pero antes hay que decidir qué se hará en la zona norte madrileña; lo que falta es la decisión que al parecer tiene la alcaldesa, pero no se informa de ello".

El pasado día 1, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, informó de que su Gobierno tiene unos "proyectos propios" para la reforma del norte de Madrid.

El representante de diez asociaciones de vecinos y comerciantes de Cahmartín, Las Tablas, Montecarmelo y Santa Ana, Eduardo Morán, ha expresado el temor de los vecinos y comerciantes ante la posibilidad de que se paralice la operación, pues se trata de "una zona deprimida donde no nos podemos permitir el lujo de que no se ejecute el proyecto que generaría empleo y riqueza".

El plan propuesto por los promotores prevé extender 3,7 kilómetros el paseo de la Castellana hacia el norte y rediseñar un área de 311 hectáreas, y se haría mediante la construcción de 17.700 viviendas, 56 hectáreas de zonas verdes y varios rascacielos.