El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) cuenta con un nuevo espectrómetro de resonancia magnética nuclear, único en Europa, que abordará problemas hasta ahora inaccesibles para la Resonancia Magnética Nuclear (RMN) como el estudio de virus intactos, complejos macromoleculares, proteínas en membranas y entornos nativos con resolución atómica.
Se trata del segundo equipo en el mundo en su categoría y su uso está, a partir de ahora, abierto a la comunidad científica española e internacional.
En última instancia, estos estudios permitirán avanzar en el diseño de nuevos medicamentos para abordar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La espectroscopia de RMN es una de las técnicas analíticas más versátiles para comprender la función de las biomoléculas, como proteínas y ácidos nucleicos, debido a su capacidad para estudiar las moléculas a resolución atómica.
Además de información sobre la estructura, esta técnica proporciona datos sobre la flexibilidad y dinámica de las biomoléculas y sobre cómo estas se reconocen entre sí.
Estas características permiten a la espectroscopía de RMN ofrecer capacidades únicas para el desarrollo de medicamentos, proteómica funcional y metabolómica.
No obstante, esta técnica tiene sus limitaciones. "Una de las más importantes está relacionada con el tamaño del sistema que se desea estudiar, que hasta hoy no podía ser demasiado grande", señala Carlos González, director del Laboratorio de RMN Manuel Rico.
"Todo parece diminuto en una célula, pero para la RMN una molécula es grande o pequeña dependiendo su movimiento", aclara Rico.