Vivir con la asesina de tu hijo

El padre de Gabriel tuvo que disimular durante días porque su pareja era la sospechosa de la desaparición de su hijo. Acariciaba al padre del niño, le tocaba la cara, lo abrazaba ante las cámaras incluso dormía con él. Según los investigadores, sobreactuaba.

Ángel tuvo que disimular durante días porque su pareja era la principal sospechosa de la desaparición de su hijo. Mientras, Ana Julia se hacía llamar “la madrasta de Gabriel” entre los periodistas que cubrían la desaparición.

“Ojalá no vuelva nunca”, llegó a decir Gabriel la última vez que Ana Julia viajó a su país, la República Dominicana. Ana Julia incluso consiguió que el padre de Gabriel redujera la pensión que pasaba a la madre para el mantenimiento del niño.