Una de las citas clásicas del verano taurino de la Comunidad de Madrid tiene nombre propio. Cenicientos. Esta localidad del suroeste de la región se convierte, de nuevo, en punto de peregrinaje de multitud de aficionados al toro serio y con trapío.
Una fama que se ha ganado con hechos y un trabajo bien hecho desde su ayuntamiento, con una gestión directa en la que el toro bien presentado pero hechurado toma protagonismo.
Desde que en 2006 se inaugurase su nueva plaza de toros, Cenicientos ha ido creciendo en prestigio y categoría. Y, tras el parón por culpa de la pandemia, se retoman los festejos taurinos con una feria que este año mantiene la estructura del último ciclo celebrado en 2019: dos corridas de toros y una novillada picada. Toda una apuesta por la tauromaquia en tiempos complicados.
Telemadrid tampoco faltará a su cita con Cenicientos y emitirá en directo este sábado la corrida con la que se abrirá la Feria del Toro. Un festejo que anuncia a una de las ganaderías más legendarias de las últimas décadas, la de Cebada Gago. El hierro gaditano es un clásico del campo bravo español, con toros que siempre se han caracterizado por su casta y fiereza.
Y ante ellos, una terna de toreros jóvenes que buscan su hueco en las grandes ferias y que llegan a Cenicientos con un notable bagaje en los últimos años.
Pepe Moral, pese a ser un torero de clase, ha sabido amoldarse a su inclusión en este tipo de carteles y ha tornado en un torero poderoso que sabe acoplarse a todo tipo de embestidas. Sus éxitos con toros de Victorino y Adolfo Martín o Miura, le avalan.
Sergio Serrano es una de los nombres propios de estas últimas temporadas. El torero albaceteño, postergado injustamente por las empresas, ha sabido resurgir y mostrar su capacidad y buen toreo cuando se lo han permitido. La plaza de Las Ventas le rescató del olvido en 2019 y esta temporada cuajó una notable tarde en Madrid ante la corrida de Victorino Martín, cortando una oreja de mucho peso.
Cierra la terna el gaditano Miguel Ángel Pachecho, otro torero joven que con tres años de alternativa y un buen concepto del toreo, se ha especializado en este tipo de corridas duras para intentar sobrevivir en el mundo taurino. Tras un 2020 en blanco por culpa de la pandemia, este año ya ha hecho el paseíllo en dos templos del torismo francés: Ceret y Vic Fezensac.
