Cristina y Carlos viven un momento agridulce. Están felices porque están en casa con su bebé pero dicen que se sienten señalados junto a otras parejas que han optado por la gestación subrogada. Afirman que parte de la opinión pública les acusa de robar un bebe y de haber elegido un niño por catalogo.
Estrella es prematura, cada tres horas toca biberon, por eso Carlos gestiona para él la licencia de maternidad.
El año que tardará Cristina en figurar como madre adoptante y mantienen el contacto con Natacha.Reivindican para las familias atrapadas en Kiev, que les faciliten el pasaporte para sus hijos. Allí ha llegado el frio y han tenido que comprar ropa de invierno.
