Los narcotraficantes disponen cada vez más de armas de guerra, como fusiles de asalto, subfusiles y pistolas automáticas. Las compran e incluso trafican con ellas. Cuentan ya hasta con galerías para practicar, como se ha descubierto hace unos días en Granada.
Los sindicatos de Policía y Guardia Civil alertan de la proliferación de este tipo de armamento, y solicitan al ministerio, una vez más, la declaración de profesión de riesgo para ellos.