Vídeo: Redacción EFE | Foto:Telemadrid
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Los mineros han entrado en la recta final de su trabajo y se encuentran a menos de un metro de donde se cree que está Julen, el niño de 2 años que cayó a un pozo el pasado 13 de enero en Totalán (Málaga), pero la extrema dureza de la roca que excavan está frenando su avance y hace necesarias nuevas microvoladuras.

A las ocho y media de la noche, poco después de cumplirse 24 horas desde el primer acceso de los mineros al pozo paralelo al de Julen, la excavación inclinada para acceder hasta el pequeño había alcanzado los 3,35 metros, del total de cuatro metros que se creen necesarios para llegar a él, según ha informado un portavoz de la Guardia Civil.

El portavoz ha precisado que esta noche se practica una cuarta microvoladura por las dificultades encontradas en este último tramo. También ha precisado que, cuando los rescatadores lleguen hasta Julen, serán efectivos de la Guardia Civil los que procedan a sacarlo.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, había informado de que se habían tenido que realizar tres microvoladuras, dos durante la pasada madrugada y una tercera esta mañana. Pero una cuarta ha sido necesario practicar ya bien entrada la noche. Cada microvoladura supone un proceso de trabajo de más de dos horas.

"La montaña manda en nuestros trabajos y marca el ritmo", ha afirmado Jorge Martín, portavoz de la Guardia Civil, que ha asegurado que "el ánimo entre los veintiséis efectivos sigue siendo igual de alto que ayer".

Tres topógrafos y cuatro guardias civiles especialista en espeleología se incorporan al dispositivo

En la zona en la que se desarrolla el dispositivo hay un continuo trasiego de helicópteros, uno de los cuales ha regresado después de volar hasta Sevilla para recoger material explosivo con la intención de que los equipos de rescate no se queden en ningún momento sin provisión del material para las microvoladuras controladas que ayuden a desmoronar la roca.

Un segundo y un tercer helicóptero han trasladado desde Palma de Mallorca y desde Cantabria a cuatro guardias civiles del Equipo de Montaña, especialistas en espeleología y microvoladuras (dos de cada sitio), para reforzar el dispositivo de rescate por si fuera necesario hacer relevos.

Fuera del área de trabajo, en Totalán, los padres, familiares y centenares de vecinos aguardan con tensa expectación las noticias sobre el rescate, pero además todo el país está pendiente, a través de la información en directo de los medios de comunicación, de la suerte de Julen.

Julen lleva mas de 12 días en un frío agujero de 25 centímetros en medio del campo, a mas de 70 metros de profundidad, mientras mas de 300 personas se afanan fuera en horadar la roca y la tierra que lo mantienen atrapado. En algunos tramos la roca es cuarcita, una de las mas dura, 7 en una escala de 10.

Los sanitarios que participan en las labores y la Policía Judicial de la Guardia Civil están preparados para rescatar a Julen, y en la zona hay un helicóptero adaptado al vuelo nocturno y se dispone de una superficie donde puede aterrizar un helicóptero medicalizado, además de permanecer desde aguardar allí desde el primer momento una UVI móvil.

Los miembros de la Brigada de Salvamento Minero aseguran que no son héroes, solo hombres que forman parte de un equipo en el que está la Guardia Civil y los bomberos, lo equipos asistenciales, los psicólogos que han acudido a ayudar y a reconfortar a los padres de Julen y también a los que trabajan. López-Escobar ha transmitido a los periodistas este sentimiento de los mineros, que están "un poco abrumados" con el seguimiento mediático.

El presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, ha resaltado, en alusión a la difícil tarea que están realizando los miembros de la Brigada de Salvamento Minero, que, "si alguien puede hacerlo son ellos".

La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha reiterado hoy el apoyo a la familia del menor y ha agradecido las muestras de solidaridad del pueblo y de los equipos de rescate.

Decenas de máquinas, perforadoras y excavadoras han removido cerca de 83.000 metros cúbicos de tierras para allanar y reducir el Cerro de la Corona, la montaña en cuyo pozo se precipitó Julen mientras jugaba.