La huelga de taxistas en una ciudad como Madrid está ocasionando pérdidas económicas para el sector, además de muchos problemas e incomodidades a los ciudadanos. Aunque hay un aspecto de este paro que es positivo: se nota mucho menos tráfico.
Al menos hay una reducción de tráfico del 11% en el centro de Madrid. En algunas calles el descenso es del 30%.
Baja también la venta de gasolina. Hay 20.000 licencias en la capital y taxistas que repostaban dos veces al menos cada día ahora no lo han hecho en estos doce días. Las cuentas no cuadran.
Los surtidores de la mayor cooperativa de taxis de Madrid venden habitualmente 46.000 litros de gasoil al día y en estos días de huelga no pasan de 6.000 por jornada.
