Mañana de rifirrafes en la sesión de control en el Congreso

En la sesión de control al Gobierno, este miércoles el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, se han enfrentado por la economía; pero no ha sido el único rifirafe. El 'caso Delcy', con José Luis Ábalos como protagonista, también ha centrado parte de la sesión.

La sesión de control ha permitido a Sánchez y los vicepresidentes de su Gobierno emplazar al PP y a Ciudadanos a "volver" al centro político; y a lo populares en particular a avenirse a pactar la renovación de los órganos constitucionales, como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Así, Sánchez ha recriminado a Casado que esté instalado en el bloqueo y en la bronca continua y le ha pedido que abandone el "catastrofismo", después de que el líder del PP le vaticinara que caerá "al vacío" si pacta los presupuestos con los independentistas.

A la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que por vez primera le interrogaba en una sesión de control, le ha emplazado a ser un "partido de centro" tras reprocharle sus pactos con el PP y la "ultraderecha" en varias Comunidades Autónomas.

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, ha pedido igualmente al PP que no convierta los órganos constitucionales en "rehenes" de la confrontación política. Calvo también ha contestado a una pregunta de Vox del diputado Ignacio Garriga, quien ha arremetido contra un Gobierno "lacayo" de un "prófugo de la justicia" como Carles Puigdemont y "marioneta" del presidente venezolano Nicolás Maduro.

"Hasta la mejor marioneta se puede ahorcar con sus propios hilos", le ha respondido Calvo, quien ha asegurado de que si Vox gobernara España estaría "más sola que la una" y destrozaría su prestigio.

Agrio enfrentamiento además el que Pablo Iglesias ha tenido desde el banco azul con el PP. Primero con García Egea, al que ha recriminado que cuando gobernaba, el PP cambiara la Agenda 2030 "por la agenda del saqueo" y después con la diputada mallorquina Margarita Prohens, a cuenta de los casos de supuesta explotación sexual de menores tuteladas en centros públicos de Baleares.

"Que estemos hablando de niñas prostituidas en Baleares y ustedes se descojonen en la Cámara revela muchos elementos a nivel moral", ha estallado Iglesias, molesto con el uso "político" de un caso que también ha traído a colación la diputada de Vox Mireia Borrás, a la que ha dicho que intentar sacar "rédito político" porque unas niñas "hayan sido violadas" es "repugnante, incluso para un fascista".

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