Comienzan a llegar a las pantallas las películas con más proyección en la carrera. Una batalla tras otra estará sin duda en esa carrera. Una sátira sobre el racismo y la inmigración en la que Leonardo DiCaprio vuelve a la cartelera con uno de los directores más reconocidos del cine actual. Se basa en una novela de Thomas Pynchon.
El desaliñado, drogado y desquiciado personaje de DiCaprio, padre soltero, busca a su hija ayudado por su vieja cuadrilla revolucionaria. Entre ellos su profesor de kárate interpretado por Benicio del Toro.
Sean Penn encarna al enemigo con ganas de venganza que reaparece en sus vidas. Dirigidos por Paul Thomas Anderson, el mismo de Magnolia o la reciente Licorice pizza.
Los personajes se basan en los anarquistas de los años sesenta que lucharon por los derechos civiles y la cinta pretende funcionar como un espejo sobre la situación actual de la sociedad pero con un barniz cómico. Una invitación a la reflexión a través del absurdo sobre una sociedad enfrentada y desconectada.
