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La seguridad en el transporte escolar centra la nueva campaña de vigilancia de la Dirección General de Tráfico (DGT) que arrancó el pasado lunes, con especial atención a que los vehículos circulen a la velocidad permitida y que sus conductores eviten distracciones, como echar mano a sus móviles.

Conscientes de que los siniestros más habituales en los que se ven involucrados los autobuses escolares están causados principalmente por ir a una velocidad inadecuada o por distracciones, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil pondrán especial atención a estas infracciones, según informa la DGT en un comunicado.

Hasta el próximo viernes 14 de noviembre, los agentes de Tráfico y los de las policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la campaña, vigilarán que se cumplan las normas en el ejercicio del transporte escolar en una nueva campaña especial de Tráfico.

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En la última relativa al transporte escolar, desarrollada en enero, un total de 1.789 autobuses de los más de 6.600 controlados fueron sancionados por incumplir la normativa.

La mayoría de infracciones fueron por irregularidades administrativas, si bien tres conductores dieron positivo en controles de alcoholemia y seis por otras drogas, y otros cinco fueron sancionados por incumplir los límites de velocidad.

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Durante la campaña que ha arrancado este lunes, los agentes también realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores, y prestarán especial atención al uso del cinturón de seguridad en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados.

Tráfico intensificará las inspecciones sobre estos vehículos, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos, y verificará que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo sean los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.