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La crisis del coronavirus ha provocado que esta primavera se anulen infinidad de comuniones. Las tiendas de ropa infantil especializada en estos eventos atraviesan grandes dificultades e incertidumbre: los comerciantes esperan que las comuniones solo se retrasen unos meses y que no se dejen para el año que viene: la ropa podría quedarse pequeña.

La cancelación de todos los eventos sociales ha sido una de las consecuencias de la pandemia del coronavirus con un estado de alarma y de confinamiento de la población que ha retrasado todos los planes y obligó a cerrar los comercios, entre ellos los que venden los trajes para las comuniones.

No dar por perdida la temporada

No obstante, los comerciantes confían en no dar por perdida este año la temporada de bodas y comuniones. Tradicionalmente, en torno a los meses de abril, mayo y junio, se abre un trimestre de mucho trabajo para los profesionales de diversos campos, que se ocupan de que en estas celebraciones todo sea perfecto: el lugar, la comida, los trajes, las fotos, la música o los regalos.

Ahora, el coronavirus ha dejado bodas y comuniones en suspenso hasta después del verano y los comerciantes tratan de facilitar el traslado de fechas a sus clientes.