El dueño de la discoteca Teatre de Murcia niega cualquier vínculo con la sala y dice que solo cobraba un alquiler

  • La policía le considera responsable de las 13 muertes y otros delitos de homicidio por imprudencia
Foto: TELEMADRID |Vídeo: Telemadrid

Marco M, al que la Policía Nacional considera propietario de la discoteca Teatre de Murcia, incendiada el pasado 1 de octubre en un trágico suceso en el que fallecieron 13 personas, ha negado cualquier vinculación con la sala más allá de cobrar un alquiler a quienes la gestionaban desde hacía cinco años.

Así lo ha dicho ante la jueza Marco M., que está investigado en la causa abierta por 13 posibles homicidios imprudentes en el incendio que arrasó esta sala de fiestas y el local anexo, La Fonda Milagros, y que ha comparecido este martes en la fase de instrucción.

La encargada de la discoteca incendiada en Murcia dice que tenía todos los papeles en regla
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La Policía Nacional considera en sus informes que este hombre era el propietario de la discoteca siniestrada, sin embargo, tras su comparecencia ante la jueza, en la que solo ha contestado a las preguntas de su abogado, ha señalado a los periodistas que no tiene ninguna vinculación con Teatre desde hace cinco años más allá de cobrar un alquiler a sus gerentes, al igual que a los de Fonda Milagros.

En ese sentido, su abogado, Manuel Maza, ha relatado que Marco M. alquiló la nave industrial en la que se ubican las dos discotecas a Manuel Cerezo, que sería su propietario.

Tras hacer una gran inversión, que ha cifrado en más de un millón de euros, Marco M. abrió la discoteca Teatre en 2007 y estuvo a su cargo hasta 2018, cuando decidió traspasarla.

En aquella época, había iniciado ya los trámites administrativos para dividir en dos la sala y desde 2018 hasta la actualidad se ha limitado a cobrar un alquiler a “los explotadores” de las dos discotecas que, según ha indicado, son Juan Inglés Rojo, Javier Belda y Carmen Pereñíguez en el caso de Teatre, y Daniel Ramírez en el de Fonda Milagros.

Al menos trece muertos en el incendio de una conocida discoteca de Murcia
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De ese modo, su abogado ha insistido en que Marco M. es un mero arrendatario, una especie de intermediario entre el propietario de la nave y los responsables de ambas discotecas.

“Él no tiene nada que ver con la explotación, de tal forma que él ni siquiera tenía conocimiento de que esa noche se iba a hacer en la sala la fiesta “We Are Remember”, ni la ha organizado, ni ha organizado absolutamente nada en ninguna de esas salas desde hace ya cinco años”, ha remarcado el letrado.

Si su cliente no se había desvinculado por completo de las discotecas, ha insistido, es únicamente con el objetivo de poder traspasarlas para recuperar la alta inversión que hizo en la nave para convertirla en discoteca.

El abogado ha descartado también que su cliente tuviera relación alguna con los empleados de las salas, como camareros o personal de seguridad, aunque en sus declaraciones ante la policía parte del personal de Teatre lo citaba a él como dueño o jefe del negocio.

Sobre la situación administrativa de las discotecas, que tenían una orden municipal de cese de actividad que se emitió al solicitar la división de la nave, el abogado ha insistido en que “los inquilinos, los subarrendadores, los que estaban explotando las salas, eran conocedores” de esa situación, como también lo era Marco M. que tenía “cierto interés” en que se solventara esa situación y contar con una licencia definitiva para poder hacer efectivo el traspaso de los locales.

No obstante, ha subrayado también que “el ayuntamiento de Murcia permitía que esas salas estuviesen abiertas, como así lo acreditan, por ejemplo, inspecciones que se han hecho o incluso las sanciones de la Policía Local”.

El propio investigado ha querido desmentir también el rumor de que estaba en situación de búsqueda y captura por no haberse personado antes para declarar en el marco de esta investigación, ya que se encontraba en Latinoamérica, donde tiene otros negocios.

Según ha explicado al salir de los juzgados, su abogado ha estado “en todo momento” en contacto con la policía y con el juzgado, por lo que él ha estado en todo momento “a disposición de la justicia”.

“Siento mucho lo que ha acontecido, ha sido un daño tremendo para todos”, ha lamentado ante los medios de comunicación, y ha insistido en que creó esta sala “con mucha ilusión” y con el objetivo de “crear un espacio de divertimiento”, por lo que lamenta “muchísimo” el trágico incendio.

Marco M. es el quinto de los seis investigados en la causa abierta por los incendios en declarar ante la jueza. Antes lo hicieron el DJ que organizó la fiesta que se celebraba la noche del incendio en Teatre, y el propietario de la máquina de fuegos fríos que se utilizó durante la celebración y que según la investigación policial habría originado el fuego.

También han declarado ya el gerente y la responsable de Teatre, y el próximo martes, 13 de febrero, lo hará el propietario de Fonda Milagros.

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