El difícil futuro de los comercios de barrio frente a Internet y los costes crecientes

Unos 50.000 comercios han echado el cierre en los últimos 5 años en España. La presión de los impuestos, la subida de los alquileres y de los gastos energéticos sumado al auge del comercio online hace muy difícil su viabilidad.

El paisaje de las persianas bajadas definitivamente con rótulos de venta o alquiler prolifera en las calles de las ciudades. Madrid no es una excepción. Los barrios van perdiendo oferta comercial en favor de las grandes superficies pero sobre todo por el auge de la compraventa por Internet. Ya no se va a comprar. Las cosas vienen a casa.

A esta cibercompetencia se suman otros factores como la no renovación de los alquileres o su aumento y la edad de muchos de los propietarios de los negocios, que finalizada su vida laboral no hallan relevo.

Centros de estética, fruterías, inmobiliarias, casas de apuestas, bazares o farmacias ocupan los locales que van abandonando mercerías, perfumerías, pequeños supermercados, zapaterías, tiendas de deportes o de ropa.

Precisamente, son estos últimos los que más acusan la múltiple presión. Han desaparecido un 39% tras la pandemia.