Según datos estadísticos, anualmente se producen en nuestro país casi un millón de accidentes domésticos en el interior de los hogares, es decir, unos 2.500 accidentes diarios. La estadística solo incluye aquellos accidentes que han requerido de algún tipo de atención médica profesional, por lo que la cifra total podría ser muy superior a la que indican las cifras oficiales.
Unas cifras realmente preocupantes, que demuestran lo importante que es proteger a las personas queridas incluso en el lugar aparentemente más seguro.
Un hogar aparentemente seguro entraña numerosos riesgos que hay que aprender a reconocer para evitar accidentes de diversas causas: caídas, golpes, quemaduras, heridas, intoxicaciones, etc.
Una adecuada educación del niño que le ayude a descubrir los posibles peligros, una buena estructuración del hogar y una organización correcta del trabajo en casa son pautas a seguir para prevenir aquellos percances domésticos que, en numerosas ocasiones, pueden ser mortales.
Accidentes en el hogar más frecuentes
Para ayudar a prevenirlos, conviene identificar los peligros y los accidentes más frecuentes en el entorno del hogar.
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Cortes y desgarros: la mayoría son de poca importancia, pero son habituales los cortes profundos y los seccionamientos de tendones en las manos.
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Quemaduras: comunes en tareas de cocina, muchas de ellas son de cierta gravedad y requieren asistencia médica urgente.
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Caídas: muy habituales en los baños y duchas, pueden tener consecuencias muy graves.
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Ahogos y asfixia: los más habituales son debidos a atragantamientos, y son frecuentes los episodios graves producidos por incendio, fugas de gas o presencia de monóxido de carbono.
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Descargas eléctricas: suelen quedarse en un susto, debido a los actuales sistemas de protección eléctrica. Pero existe peligro real de muerte en caso de accidente eléctrico en bañeras y fregaderos.