La imaginación de los traficantes de droga para esconder las sustancias estupefacientes es infinita. Los pequeños narcos utilizan los más insospechados escondites para ocultarlas. Los agentes que trabajan en la calle no dejan ningún resquicio sin inspeccionar.
Un mechero, el interior de un rotulador o un pequeño cargador... Es el día a día de los agentes que patrullan las calles, encontrarse la droga en los sitios más insospechados, como dentro de las manoplas de la motocicleta, o en el interior de un tornillo grande que estaba en la guantera de un coche.