Manejar la silla, todo un arte

Para Álvaro es importante entrenar en la calle porque ahí se dan todas las circunstancias que puede encontrar durante la disputa de la San Silvestre: baches, curvas peligrosas, desniveles, alcantarillas... Y es que por ejemplo, en bajada, la silla puede llegar a alcanzar una velocidad de hasta 60 km/h. Y si una curva es muy cerrada la silla puede llegar a sostenerse sólo sobre dos ruedas, con el peligro de caída que ello conlleva.