Raúl llega hasta el campo de Aeromodelismo de Pinto, uno de los más prestigiosos de España. Allí, Luis le cuenta los secreto de esta afición de pilotar pequeños aviones con control remoto. Una instalaciones que tienen 6.000 metros cuadrados de césped artificial para las pistas de despegue y aterrizaje donde se práctica y se dan clases a nuevos aficionados.
Luis nos cuenta que muchos de los aficionados deciden fabricar sus propios aviones y llegan a tardar desde tres meses a tres años. Raúl aprende que como mucho puede haber cinco aviones volando a la vez, por motivos de seguridad.