Cris hace posible el sueño de muchas parejas de novios que no quieren que sus perros se pierdan el día más importante de sus vidas: ¡el de su boda! Hace unos años descubrió que ya se hacía en otros países como EE.UU. o Australia, y no dudó en traerlo a Madrid. Desde entonces, su empresa se encarga de que estos singulares acompañantes estén presentes en la ceremonia, sin ser una carga para el recién estrenado matrimonio ni para los invitados. El precio de este original servicio ronda los 500 euros, incluida la noche de bodas.