Si hay algo que caracteriza a los madrileños es su carácter abierto, acogedor y sobre todo festivo. Esta semana nuestra reportera Pepa Romero ha querido salir en busca de las fiestas más curiosas y populares de nuestra comunidad y claro está, han ganado “Las fiestas de mi pueblo”.
En los días grandes de Buitrago de Loyoza todo el mundo quiere asistir a la cucaña, una tradición que consiste en intentar coger un jamón atado al final de un palo untado en sebo y colocado sobre el río. Esta es la única cucaña en horizontal de toda España y entre caídas, vino y comida la fiesta está asegurada.
En Chinchón la mayor atracción son sus famosos gigantes y cabezudos. Estos disfraces de tres metros de altura y más de 20 kilos de peso se usan para despertar a los vecinos, acompañados del ruido de la charanga, y lograr así que acudan puntuales al encierro de toros que sigue con la fiesta.
Aunque uno de los encierros más especiales es el de Brihuega. Muy cerquita de Madrid se celebra este encierro que se remonta al siglo XVI y que lo convierte en el segundo más antiguo de España. Allí lo llaman el desencierro, porque de día se sueltan los toros al campo y por la noche los recogen. Una imagen espectacular que disfrutan lugareños y visitantes.
Diferente es la propuesta de Robledo de Chavela, que por unos días transforma sus calles en una antigua ciudad medieval. Entre música, queimadas contra embrujos, disfraces e incluso un tío vivo de madera de lo más rudimentario, los vecinos viajan al pasado en plena fiesta.
Y como no podía faltar, también tenemos una orquesta, la Mediterráneo, encargada de poner música a las fiestas patronales de Perales de Tajuña; y fuegos artificiales, que por supuesto son los de San Lorenzo del Escorial. Los más famosos de nuestra comunidad.