Hace ya 20 años que Ismael Jordi cambió la informática y el fútbol por la lírica. Desde que el reconocido tenor Alfredo Krauss se fijó en él, el jerezano vive a caballo entre Andalucía y Verona, donde trabaja intensamente.
Para él es todo un honor ser el protagonista de Faust, la ópera que inaugura la nueva temporada del Teatro Real. Por cierto una representación nada sencilla por la dificultad de salir al escenario enfundado en un envolvente traje de astronauta que pesa 15 kilos.