El palacio de Blenheim, a sólo 20 minutos del centro de Oxford, es uno de los parajes más espectaculares del condado. Escenario de multitud de películas, es el único palacio británico que no pertenece a la Familia Real ni a la Iglesia, y sus interiores son realmente imponentes. Pertenece a los duques de Marlborough, una de las familias con más solera de toda Europa, que lo recibieron como regalo de la reina Ana tras la victoria contra los borbones por la sucesión de la corona española.