Uno de los destinos más turísticos de Dallas, a la par que macabro, es Elm Street, el lugar en el que el presidente de Estados Unidos John Fitzgerald Kennedy fue asesinado en noviembre de 1963. De hecho, hay una cruz marcada en el asfalto en el sitio exacto en el que el mandatario recibió el primer proyectil. Enfrente, el edificio desde el que disparó el asesino Harvey Oswald, que entonces era un almacén de libros, es hoy un museo en recuerdo del presidente.